Existe una agricultura que produce alimentos con menos emisiones de efecto invernadero y mejorando la salud de los suelos: se llama agricultura de conservación. El Grupo Operativo Mosoex, coordinado por UPA, recuerda que proteger los suelos será uno de los mayores retos agrarios de la humanidad en las próximas décadas
El 5 de diciembre se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Suelo, una efeméride poco conocida y que guarda sin embargo una gran importancia para los sistemas agroalimentarios de todo el planeta. Cuidar los suelos es uno de los mayores retos a los que deberá enfrentarse la humanidad en las próximas décadas, y los agricultores se debaten entre las dudas que suscita esta cuestión y las certezas que ya se van constando sobre qué prácticas son más recomendables y cuáles deben evitarse.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos está coordinando el Grupo Operativo Mosoex, que tiene como objetivo analizar e identificar las mejores prácticas para mejorar el estado de los suelos agrícolas, entre las que destaca la agricultura de conservación.
“Está demostrado que la supresión del laboreo, el mantenimiento de una cubierta vegetal y la rotación de cultivos son algunas de las técnicas más efectivas para incrementar el contenido de materia orgánica de los suelos agrícolas”, aseguran desde UPA, que está colaborando en el proyecto Mosoex con la Asociación Española de Agricultura de Conservación Suelos Vivos (AEAC-SV), la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto Navarro de Tecnología e Infraestructuras Agroalimentarias (INTIA) y la empresa Solid Forest.