Las lluvias de este miércoles y jueves han beneficiado a los diferentes cultivos a lo largo y ancho de Castilla y León después de un febrero de temperaturas elevadas y muy tacaño en lo que a lluvia se refiere.
También ha servido para incrementar el volumen de agua acumulada en los principales embalses de la comunidad, cuyas reservas se destinan al riego.
La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) informa de que la cuenca alberga 2.877,5 hectómetros cúbicos de agua. Por lo tanto, se encuentra al 76,6% de su capacidad, muy por encima de la cifra que se registraba el año pasado en estas mismas fechas. Entonces la cuenca del Duero se encontraba al 47,8% de su capacidad.
Las cifras del año son bastante positivas, dado que la media de los últimos diez es de 1.975,0 hectómetros cúbicos, lo que supone el 68,6% de la capacidad de embalse, unos ocho puntos por debajo de las cifras de 2019.
Considerada en su conjunto la cuenca del Duero, incluyendo toda la capacidad de embalse, esta semana el agua embalsada se sitúa al 58,5%, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, con más de 7.500 hectómetros cúbicos de agua. Muy por encima de la media de los últimos diez años, que es de 4.900.
La reserva hidráulica española se encuentra al 58% de su capacidad, y los embalses almacenan actualmente más de 56.000 hectómetros cúbicos de agua.