Texto: LESA
La colza se confirma como opción atractiva desde el punto de vista agronómico y de la rentabilidad. Atención a su elevada demanda de azufre y magnesio. En el cereal, cuidado con los falsos mitos: ha consumido los nutrientes del suelo igual que otros años
La colza tiene una serie de cualidades que le permite ser una de las mejores opciones para la rotación de cultivos. Su raíz pivotante es capaz de mineralizar nutrientes profundos del suelo, especialmente nitrógeno.
Gracias también a su raíz y su ciclo de cultivo las necesidades de agua son mucho menores que en otras especies. Como en cualquier rotación de cultivos, mejora la sanidad vegetal y dificulta la aparición de malas hierbas resistentes. Otro dato a tener en cuenta es que el aceite de colza sigue siendo, junto con el de girasol, el más utilizado en alimentación.
Por otra parte, si bien la colza puede ser un buen cultivo para rotación, también puede serlo desde el punto de vista de la rentabilidad. Para ello no se debe olvidar su fertilización. Como apunte un tanto especial es necesario advertir de los altos consumos de dos microelementos principalmente, azufre (S) y magnesio (Mg).
Las reservas de azufre en el suelo son escasas y se debe aportar junto con el complejo en la siembra y con un abonado nitrogenado en cobertera rico en azufre, por ejemplo Nitrosulfam o Nitrosulfato.
En el caso del magnesio es recomendable aportarlo en la siembra o bien cuando claramente existe una deficiencia en el suelo.
Cereal. Algunas claves
El cereal es el cultivo por excelencia en Castilla y León por muchas razones, entre otras: experiencia en manejo del cultivo, variedades adaptadas, altos rendimientos y amplia comercialización, ya que España es un país deficitario en cereales. Por supuesto no es un cultivo ajeno a condiciones climáticas adversas, especialmente sequía y heladas tardías, como hemos podido comprobar este año.
Como en cualquier cultivo, si queremos obtener altos rendimientos no debemos olvidar su fertilización. El cereal consume unas cantidades determinadas de nutrientes que se deben aportar año tras año. Esta campaña se ha extendido la creencia de que el fertilizante no se ha usado por la planta, puesto que la producción ha sido baja. Esto es un error, puesto que el fertilizante se ha consumido por la planta y esta no ha podido desarrollar el fruto por las adversas condiciones climáticas.
Otro dato a tener en cuenta, en lo que a fertilización se refiere, es la utilización de productos solubles (para un máximo aprovechamiento) y fabricados con materias primas de primera calidad (para evitar problemas de toxicidad y bloqueos en el suelo).