La Organización de Productores de Leche de Oveja de Castilla y León aglutina a los pequeños ganaderos, racionaliza las rutas de recogida y representa al sector ante administraciones e industria.
Es la mayor agrupación de ovejas de leche de la región
La Organización de Productores de Leche de Oveja de Castilla y León acaba de ser registrada y ya se ha puesto en marcha para aglutinar a los pequeños ganaderos y representarlos ante administraciones e industria. De forma especial, la nueva entidad incidirá en racionalizar las rutas de recogida de leche, de modo que sean más rentables y, por lo tanto, más económicas para el ganadero.
Se trata de una cooperativa de segundo grado desde la que se estructurará la comercialización de las sociedades integrantes: las cooperativas zamoranas Asovino y Cogala, las leonesas Covisurle, Aprolaw y Picos de Europa y la segoviana Mesenor. Juntas suman 615 socios y unas 250.000 ovejas de ordeño, con una producción global de 42 millones de litros de leche. Esas ovejas suponen casi el 30% de las ovejas de ordeño de Castilla y León y en torno al 17% de toda España.
Se trata de una cooperativa de segundo grado desde la que se estructurará la comercialización de las sociedades integrantes: las cooperativas zamoranas Asovino y Cogala, las leonesas Covisurle, Aprolaw y Picos de Europa y la segoviana Mesenor. Juntas suman 615 socios y unas 250.000 ovejas de ordeño, con una producción global de 42 millones de litros de leche. Esas ovejas suponen casi el 30% de las ovejas de ordeño de Castilla y León y en torno al 17% de toda España.
Lo más novedoso de este gigante lácteo recién constituido es que irá incorporando a pequeños ganaderos de ovino a título individual, tanto de las nueve provincias de Castilla y León como del conjunto de España.
“La reestructuración del sector se va a producir nos guste o no, y nosotros estamos adelantándonos a la realidad”, como señala Isidoro Torío, presidente de la organización. Este responsable indica varias razones para poner en marcha la cooperativa de segundo grado, como la necesidad de contar con un interlocutor único y con una organización racional de las mencionadas rutas de recogida. “Debemos hacerlo nosotros para que no quede fuera ningún productor”, recalca.
Al mismo tiempo, es la manera de poder aspirar a las ayudas de la Administración, puesto que ahora estas solo llegan a las OP y a entidades consideradas prioritarias.
Con la nueva entidad “se va a vender la leche, se van a racionalizar las rutas de recogida y la organización de la producción; se busca una coordinación entre las cooperativas integradas para la comercialización”, recalca Isidoro, que en sus 30 años de vida profesional “nunca había visto que se dejara la leche sin recoger, como está pasando ahora”.
La zona de producción lechera se extiende por la Tierra de Campos zamorana, el sur de León, el sur de Palencia, Valladolid… “Pero el que se aleja de esa área tiene cada día más problemas y necesita entrar en una cooperativa para la recogida”, apunta. A partir de ahora, “se acabó que a un pueblo pequeño acudan cuatro camiones diferentes a recoger”.
Eso sí, estamos ante una nueva organización sin estructura, que aprovecha la de las cooperativas asociadas, “las cuales a partir de ahora deberán trabajar de otro modo”. “No podemos duplicar estructuras con las cooperativas de primer grado, puesto que ya se conoce esa experiencia y no es sostenible”, señalan desde la OP.
