La Unión de Campesinos de Castilla y León ha denunciado que las limitaciones aplicables a los temporeros ponen en riesgo las labores en el campo. Para la organización agraria, la adopción del Acuerdo 35/2020, de 16 de julio, de la Junta de Castilla y León, por el que se modifica el Plan de Medidas de Prevención y Control para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, en la Comunidad de Castilla y León, aprobado por Acuerdo 29/2020, de 19 de junio, de la Junta de Castilla y León, se ha hecho sin contar con el sector.
De este modo, la entrada en vigor de las nuevas medidas aplicables a la actividad de los trabajadores agrarios temporales supone “un desconocimiento absoluto del sector”. “Los más interesados en que no se produzcan brotes de coronavirus asociados a la actividad de los temporeros en el campo somos los propios agricultores, y para ello adoptamos las medidas necesarias que garanticen la salubridad de nuestros trabajadores, entre ellas distancia de seguridad, mascarillas, hidrogeles…”, señalan desde UCCL.
Sin embargo, la Junta de Castilla y León, “de modo precipitado y sin contar con los representantes del sector”, ha adoptado una serie de medidas de difícil justificación y que pueden poner en riesgo campañas como la recogida de patata o la vendimia.
“¿Qué sentido tiene la limitación de las cuadrillas a 10 personas? ¿ Cómo piensa la Administración autonómica que va a realizarse la cosecha en verde en un plazo obligatorio de 10 días?”, se preguntan desde la organización, para quien estos temporeros realizan su trabajo al aire libre y guardan las distancias de seguridad necesarias.
Por ello, desde la Unión de Campesinos proponen que, “oyendo al sector, se modifique de forma urgente el acuerdo para adaptarlo a la realidad productiva, y con la adopción de todas las medidas higiénicas necesarias , no se impida ni limite la actividad agraria calificada como sector esencial y estratégico”.