Asaja de Castilla y León ha pedido a la Consejería de Agricultura y Ganadería que demore la aplicación de la normativa que obliga a numerosos ganaderos a tramitar las guías de traslado de animales electrónicamente, en lugar de en papel, como lo venían haciendo hasta ahora.
Como recuerdan desde la organización, cada día son miles, cientos de miles cada año, los movimientos de ganado, desde el vacuno de leche y carne, pasando por el porcino, caprino y ovino, conejos, pollos, apicultura, equino, etc., bien a matadero, bien a otras explotaciones, que se registran dentro de Castilla y León.
Fruto de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del procedimiento administrativo común de las Administraciones públicas, que establece la obligación de relacionarse electrónicamente con las administraciones públicas a todas las personas jurídicas, las unidades veterinarias han comenzado a exigir a los ganaderos que las guías de traslado de animales, que se hacían en formato papel y de forma presencial, se realicen por procedimientos electrónicos.
Desde Asaja destacan la dificultad que tiene este trámite para el que “se precisa certificado digital, una conexión a Internet suficiente (que en muchos puntos del medio rural no existe) y también unos conocimientos y destreza en gestiones digitales que muchos ganaderos, sobre todo los de más edad, no poseen”.
Además, desde que la Ley entró en vigor, hace más de un año, “este tema no ha sido tratado por la administración con las organizaciones agrarias, ni se ha transmitido ninguna instrucción por escrito”, se quejan, y ha ido creciendo el número de unidades veterinarias que han dejado de cursar guías en formato papel a los ganaderos que son personas jurídicas, que representan un número muy elevado del censo, especialmente en el sector de la leche: sociedades civiles, sociedades limitadas, comunidades de bienes, titularidades compartidas, cooperativas, SAT, etc.
Asaja considera en el momento actual de muy difícil cumplimiento para muchas explotaciones este requisito, “que supone más problemas, engorros y también costes para los ganaderos, porque muchos acaban precisando de la ayuda de un asesor para hacer estas gestiones digitales, algo inevitable en la tramitación de la PAC o en temas fiscales, pero que resulta desmedido y poco operativo cuando se trata de guías de ganado, que hay que registrar varias veces al año y de un día para otro”.
Por ello, Asaja pide a la Consejería de Agricultura y Ganadería que haga una excepción y permita una demora por tiempo ilimitado en la universalización de la tramitación electrónica. “Es obvio que hay que cumplir la ley, pero antes debería proporcionarse una formación a los ganaderos, permitir cierta progresividad en la aplicación, porque es más fácil introducir en estas herramientas a los jóvenes que a los de edad avanzada, y además tener en cuenta las dificultades de conexión a Internet que hay todavía en muchas zonas rurales”.