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El campo se enfrenta a un adelanto del invierno

Una masa de aire ártico traerá heladas, nieve y viento que amenazan cultivos y estructuras agrícolas en toda la península

El sector agrario español se prepara para una semana de inestabilidad y un descenso térmico debido a la entrada de una masa de aire frío de origen ártico, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). La combinación de heladas generalizadas, nieve a cotas bajas y episodios de viento fuerte podría afectar a cultivos en toda la península que hará que el campo se enfrente a un adelanto del invierno.

A partir de mediados de semana, las temperaturas máximas caerán por debajo de los 10°C en amplias zonas del interior, mientras que las mínimas descenderán por debajo de 0 °C en numerosas comarcas agrícolas. La AEMET advierte también de nevadas en cotas comprendidas entre los 400 y los 600 metros, lo que afectará principalmente a áreas del norte, centro y sistemas montañosos.

El temporal se verá acompañado, además, de rachas de viento fuerte que pueden complicar aún más la situación en zonas agrícolas expuestas, especialmente en el valle del Ebro, interior levantino, Baleares y áreas de montaña.

Riesgo para los frutales y los cereales

Este temporal representa un riesgo real para varios sectores agrícolas. Las heladas nocturnas pueden dañar plantas sensibles como los frutales, los almendros o manzanos. El frío intenso también podría afectar a los cereales de siembra tardía si las mínimas se mantienen muy bajas.

Por otro lado, las lluvias persistentes pueden saturar el suelo, generando encharcamientos en parcelas con mal drenaje, lo que podría comprometer cultivos como el arroz, así como dañar la estructura del terreno. Si hay precipitaciones abundantes y viento, existe un riesgo añadido, especialmente en parcelas sin cobertura vegetal. Además, el viento previsto puede provocar daños en estructuras ligeras como invernaderos, túneles o mallas de protección.

Aunque no todo son malas noticias, si las precipitaciones no causan daños graves, pueden ayudar a reponer la humedad del suelo y recargar las reservas hídricas, algo especialmente valioso en zonas agrícolas que dependen del riego.

Claves para los agricultores

Para minimizar el impacto negativo, los productores tendrán que estar muy atentos a los avisos de la AEMET, reforzar estructuras ligeras como invernaderos y asegurar un buen drenaje para evitar encharcamientos. Además, el uso de mantas térmicas o sistemas de protección contra heladas puede resultar clave en frutales y hortalizas. Este material con el que se cubren los cultivos es muy caro, pero muy eficaz para que el frío no se adentre en el interior de los cultivos.

Campo de zanahorias de Muñozval cubierto con manta térmica en Valdestillas (Valladolid)

Un reto temprano para la campaña de invierno

La llegada de un frío tan intenso a finales de noviembre supone un desafío relevante para numerosas zonas productivas. Aunque el episodio puede aportar beneficios hídricos puntuales, las heladas previstas obligarán a los agricultores a extremar precauciones para minimizar daños y adaptar sus labores a un inicio de invierno más severo de lo habitual.

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