Los tres últimos días -miércoles, jueves y viernes- han retomado las precipitaciones que desde Jueves Santo se habían tomado una pausa. Las nubes han dejado una media en las capitales de provincia de Castilla y León que ronda los 20 litros por metro cuadrado, aunque con sensibles diferencias entre unas y otras.
En Burgos se han recogido 34 litros según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), mientras que en Ávila solo han sido cuatro litros. En medio han quedado Soria (25,2 litros), Palencia (21 litros), Valladolid (18,6 litros), Salamanca (15,2 litros), León (13,4 litros) y Zamora (10,2 litros) Los cultivos ya implantados y las siembras ya realizadas lo agradecen, aunque la última fase de la sementera de maíz y remolacha sufrirá una pequeña demora. De todas formas, la previsión es que el tiempo soleado se generalizará ahora.
Aemet prevé que hoy, en el norte y este de la Comunidad estará nuboso, sin descartar algunas precipitaciones débiles, más probables en zonas de montaña y en la primera mitad del día podrían ser de nieve por encima de 1.000 a 1.500 metros; en el resto intervalos nubosos.
En el norte y este de Castilla y León habrá mañana sábado más nubes que en el resto, donde ya hará más sol. No se prevén lluvias. Una dinámica que continuará el domingo con intervalos nubosos o poco nubosos. No se descartan brumas y algunos bancos de niebla matinales. Temperaturas en ascenso y vientos flojos variables. El lunes será poco nuboso en la región, con nubes altas y nubosidad de evolución diurna. Temperaturas mínimas sin cambios en el este y en ligero ascenso en el resto y máximas en ascenso, con vientos flojos variables.
Así, las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología apuntan que, a medida que avance la semana, dominará el tiempo soleado con temperaturas que oscilarán entre diez grados de mínima y por encima de veinte como máxima. Las precipitaciones darán tregua, aunque el miércoles podría llover en la zona de Soria.
Para el regadío también han venido bien las lluvias. Los embalses continúan por encima de la reserva media de los últimos diez años: están al 89,5% de su capacidad, casi seis puntos porcentuales de los parámetros del decenio.