Ricardo Ortega
El sector de las frutas y hortalizas sigue peleando contra la eliminación de materias activas y, pese a las dificultades, sigue batiendo récords en cuanto a calidad y ventas al exterior.
La exportación española de frutas y hortalizas frescas registró en 2024 un crecimiento del 8% en volumen y un 5% en valor. Fueron 12,3 millones de toneladas sacadas al exterior, por una facturación de 17.703 millones de euros.
El 97% de la mercancía se destinó a la Unión Europea y a otros países del viejo continente. Las ventas a EEUU, hoy bajo todas las miradas, supusieron apenas el 0,2% del total.
En el caso concreto de las hortalizas, se exportaron 5,7 millones de toneladas, con un crecimiento del 10% respecto al año anterior. Pimiento, pepino y lechuga son las producciones más exportadas, con el tomate en cuarto lugar.
Alcachofa híbrida
Una de las comunidades autónomas peor tratadas por la meteorología es la valenciana, que se ve obligada a pisar el acelerador de la innovación. A pesar de las dificultades, solo en la comarca de Elche se espera una producción de 22,5 millones de kilos de hortaliza de invierno. Es el 21% más que la campaña anterior.
De las 1.400 hectáreas dedicadas a la hortaliza en el territorio destaca la consolidación de la alcachofa híbrida por resistir mejor a las inclemencias meteorológicas. Se prevén unos 12 millones de kilos de este cultivo, con un crecimiento del 33%.
La alcachofa híbrida resiste mejor las inclemencias meteorológicas, necesita menos cantidad de agua y presenta mayor fortaleza frente a los fitopatógenos.
El ajo, en la cuerda floja
El ajo también sale adelante a pesar de la amenaza para su sanidad. En las provincias de Segovia y Valladolid la planta ha nacido bien y ya se están realizando las coberteras, con buenas expectativas.
En la Comunidad Valenciana, por su parte, los problemas van reduciendo la superficie de cultivo. Hay plantadas 259 hectáreas de ajo, lo que supone un 23% menos que hace apenas cinco años. Cuesta adaptarse al cambio climático y comercializar es cada vez más difícil.
La mayor parte de la superficie actual se concentra en la comarca de la Costera y la Canal de Navarrés, sobre todo en la localidad de Xàtiva, donde todavía hay 160 hectáreas de cultivo. Más que en años anteriores.
Los productores cultivaban hasta hace poco la variedad autóctona Camallarga, pero el calor y la proliferación de hongos han pasado factura. Los ajos se resecaban y tenían un calibre cada vez menor.
Ahora han optado por variedades provenientes de Castilla-La Mancha que están empezando a probar. Son ajos que se conservan bien en la venta de proximidad, pero que no resultan muy útiles si tienen que enviarse a destinos alejados.
La berenjena, en plena cosecha
En la provincia de Almería no se detiene la actividad en los invernaderos. Se está cosechando la berenjena en la mayoría de los términos municipales, después de un ciclo en el que se han mantenido estables las principales plagas y enfermedades.
Destaca la mosca blanca, que si la población es elevada se puede llegar a producir debilitamiento de la planta, clorosis y desecación de las hojas. Esta plaga está presente en todos los invernaderos muestreados y en una de cada doce plantas. La situación se ha controlado, entre otras razones, gracias a la presencia de los principales depredadores, que permiten el control biológico.
El ‘Amblyseius swirskii’ está presente en dos de cada tres plantas y el ‘Nesidiocoris tenuis’ se ha detectado en una de cada dos. Estos insectos tienen poblaciones en todos los invernaderos analizados por la Junta de Andalucía.
“Los niveles en los que se encuentra la mosca blanca en estos momentos no son causantes de pérdidas de producción”, destacan desde los servicios técnicos.