Nacida en marzo de 2009, Tierra de Sabor se ha consolidado como garantía de calidad y reclamo para comercializar lo mejor de la producción agroalimentaria de Castilla y León.
En estos años, el corazón amarillo se ha convertido en una enseña de referencia dentro de los alimentos de calidad. Ha alcanzado un elevado grado de notoriedad entre los consumidores, de la comunidad, y también del conjunto de España, al mismo tiempo que un excelente reconocimiento por parte de los profesionales.
Bajo el paraguas de esta marca de garantía se ha acometido una extraordinaria labor promocional, tanto en el mercado nacional como en los más locales.

Hoy en día cerca de 900 empresas y 6.000 productos están autorizados para usar el sello Tierra de Sabor. Aproximadamente el 95% de los productores están ubicados en un entorno rural y, entre las empresas adheridas, hay un nutrido grupo de pequeñas compañías de artesanía alimentaria (una de cada cuatro).
Tierra de Sabor es más que un sello, es la propuesta de un patrimonio culinario único. En cada producto hay una historia llena de esfuerzo y dedicación de un productor entregado que cuida cada detalle para garantizar una calidad inigualable.
Este tipo de producción necesita apoyo institucional para poder competir frente a productos que ofrecen escasa diferenciación, pero que al ser de carácter industrial cuentan con la ventaja de unos costes mucho más reducidos.
Identificar el territorio
Castilla y León está formada por territorios diversos, altitudes, climas, tierras y vegetación que confieren una personalidad única. Estamos ante un territorio tan amplio y con un sector primario tan relevante, que ha generado a lo largo de los siglos un rico mapa gastronómico y enológico, traducido en multitud de productos tradicionales, de los que permiten identificar una localidad o una comarca.
Esa dispersión de productores y elaboradores llevó a la Consejería de Agricultura a diseñar un distintivo de calidad como garantía de los productos agroalimentarios de la comunidad. Era el nacimiento del corazón amarillo que, además de impulsar el consumo, ponía de manifiesto el estrecho vínculo entre territorio y calidad. Así es como ha conseguido convertirse en un nexo de gran utilidad para poner en contacto a productores y consumidores.
Un hito importante se produjo en 2014, cuando Tierra de Sabor adquirió la condición de marca de garantía, con lo que se convertía en una nueva figura de calidad amparada por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, Itacyl.
Los productos amparados deben ser producidos, elaborados o transformados en Castilla y León, además de reunir las condiciones cualitativas que establece la norma de uso, y ha sido precisamente el Itacyl el encargado de analizar y valorar toda esa riqueza patrimonial, y de trasladarla al boletín oficial.
Para ello sus técnicos analizan la documentación presentada y realizar las inspecciones que permiten comprobar la adecuación entre lo descrito y la realidad. Esta labor ha permitido a la comunidad contar con cerca de 70 figuras de calidad, lo que la convierte en la región española con más sellos distintivos.
¿Cómo puedo formar parte de Tierra de Sabor?
Cualquier productor o elaborador que trabaje amparado por una de las figuras de calidad respaldadas por Itacyl tiene derecho a llevar el corazón amarillo en su producto. Las principales son las denominaciones de origen protegidas (DOP), indicaciones geográficas protegidas (IGP), marcas de garantía (MG) y marcas colectivas (MC).
Además, son susceptibles de incorporar el corazón amarillo aquellos productos que, sin pertenecer a uno de esos sellos, posean una calidad superior vinculada al territorio de Castilla y León. Para ello, eso sí, deben obtener el certificado emitido por los organismos de control en cumplimento de un Pliego de Condiciones de Producto reconocido por el Itacyl, o bien mediante un Protocolo Privado o una Norma Voluntaria de Calidad.
La vigencia de la autorización estará condicionada a que el producto mantenga las condiciones que presentaba cuando se aprobó el uso del corazón amarillo. El propio Itacyl será el encargado de esa supervisión.
Gracias a esta ingente labor el grado de conocimiento de la marca Tierra de Sabor, su valoración entre los consumidores, la reputación alcanzada entre los profesionales y el número de referencias adheridas consolidan a esta enseña como la cartera de alimentos de calidad más grande y reconocida de la Unión Europea.
¿Qué significan las diferentes figuras de calidad?
Resulta oportuno recordar el significado de cada una de las figuras de calidad, una información que será de gran utilidad tanto al comercializador como al consumidor.
La figura de la marca colectiva distingue la procedencia geográfica, el material, el modo de fabricación, la calidad u otras características comunes de los productos de distintas empresas que la utilizan.
Al mismo tiempo, los productos amparados por una marca de garantía están regulados por un reglamento de uso, es decir, cumplen unos requisitos comunes en cuanto a calidad, componentes, espacio geográfico, condiciones técnicas o modo de elaboración.
El nombre y el logotipo de la marca de garantía serán utilizados por una pluralidad de empresas para diferenciar sus productos en el mercado.
Gracias a ello el consumidor puede disfrutar de frutas absolutamente singulares, como la MG Cereza del Valle de las Caderechas o la MG Manzana Reineta del Valle de las Caderechas. También cabe mencionar la MG Cereza del Bierzo o una de las últimas incorporaciones, la MG Higo de Gredos.
Esta figura es la que ha permitido aumentar la presencia de alimentos auténticos como los de la MG Hornazo de Salamanca o la MG Ternera Charra, o incluso panes con tanta personalidad como la MG Pan de Valladolid o la MG Fabiola de Palencia.
IGP y DOP, el vínculo con el paisaje
Si damos un paso más, las indicaciones geográficas protegidas (IGP) y denominaciones de origen protegidas (DOP) son los sellos empleados para reconocer una calidad diferenciada en determinados alimentos.
Cuando el consumidor lee en la etiqueta de un producto las siglas IGP, significa que posee alguna cualidad atribuida a su origen geográfico. Su producción, transformación y elaboración se realizan en una determinada zona.
Es el caso de productos de siempre, como la IGP Morcilla de Burgos, la IGP Chorizo de Cantimpalos o la IGP Botillo del Bierzo, cuya sola mención nos trasladan a un sabor y un territorio singulares.
También han consolidado e incrementado su bien ganada fama productos de la tierra como la IGP Pimiento Asado del Bierzo, la IGP Garbanzo de Fuentesaúco o la IGP Lenteja de Tierra de Campos.
Por su parte, la DOP nos indica que nos encontramos ante un artículo cuya calidad o características se deben, una vez más, al medio geográfico, con sus respectivos factores naturales y humanos. Todo el proceso de producción, transformación y elaboración se realiza en la zona geográfica de la que toman el nombre.
Los productos más conocidos por el público son sin duda los vinos, como los afamados tintos de la DO Ribera del Duero, los blancos universales de la DO Rueda o algunos de los rosados de mayor fama de España, como los elaborados en bodegas amparadas por la DO León o la DO Cigales.
Más allá de estas referencias, el mapa de las denominaciones de origen protegidas incluye sabores y texturas como los de la DOP Guijuelo, la DOP Manzana Reineta del Bierzo o la DOP Queso Zamorano.
Completan el recorrido por alimentos que puede amparar Tierra de Sabor los elaborados de conformidad con la normativa sobre artesanía alimentaria, agricultura ecológica o producción integrada, así como los acogidos a una norma de calidad para la carne, el jamón, la paleta o la caña de lomo ibérica.
Son muchas razones, casi inabarcables, para acercarse al universo sensitivo que nos ofrece Tierra de Sabor.