La CHD ha declarado el final de la situación excepcional por sequía extraordinaria en los sistemas Torío-Bernesga, Pisuerga y Bajo Duero, que se encontraban en este escenario de emergencia desde hace un año y medio.
Las lluvias registradas en los meses de octubre y noviembre colocan a toda la cuenca del Duero en situación de ‘normalidad’ por sequía, según el último informe publicado este mes de diciembre.
Respecto a la escasez o sequía hidrológica, se mantiene la ‘normalidad’ en todos los sistemas salvo en las Unidades Territoriales Torío-Bernesga y Pisuerga que se encuentran en ‘prealerta’, aunque en el caso de esta última rozando ya el 32% del volumen embalsado, situándose al borde de la ‘normalidad’.
Actualmente, los embalses de la cuenca gestionados por la CHD se sitúan al 56,5% de su capacidad total, con una reserva de agua embalsada de 1.611,5 hm3. Unos datos que suponen 14 puntos porcentuales más que hace un año y 8 puntos por encima de la media de la década.
De manera general, las abundantes precipitaciones en este inicio del año hidrológico han aumentado considerablemente los niveles de reserva, con valores por encima de la media respecto al pasado año en todos los sistemas, salvo en los embalses del sistema Esla y Pisuerga, aunque con una buena tendencia.
Ante este escenario, la evolución meteorológica de los próximos meses determinará el desarrollo de la próxima campaña de riego.
Será importante tanto la permanencia de las precipitaciones como la nieve, que es la mejor reserva de agua de la que se pueda disponer.