La nueva campaña agrícola comienza con las siembras de la colza y continúa con las de leguminosas y cereal. El inicio suena prometedor, puesto que la lluvia ha permitido que haya tempero para realizar las labores.
También garantiza, prácticamente, la nascencia una vez realizadas las siembras. En ellas se centrará la mayor parte de la actividad agraria en los próximos tres meses.
Luisma Palencia, agricultor de Casasola de Arión (Valladolid), señala que el agricultor “va a seguir haciendo lo que sabe y lo que ha hecho toda la vida, que es sembrar”. Pero lo que va a mirar mucho es el abonado, que sigue en precios muy elevados, “mientras que el precio que recibe el agricultor por el cereal baja cada día”.
Como consecuencia, los agricultores que piden NPK son los de regadío, mientras que los de secano siguen apostando muy mayoritariamente por sembrar sin hacer un abonado de fondo, en espera de ver cómo viene el año.
Para Luisma, esa decisión se puede ver como un error, puesto que el abonado “más importante” es el de fondo, mientras que el nitrogenado es complementario.
Un dato curioso es que en esta comarca del oeste de Valladolid el agricultor “está haciendo más labores de reja y menos siembra directa de lo que cabía esperar”. Se tomarán las decisiones en función de cómo se porte el cielo y del historial de la parcela. Porque el que abonó adecuadamente otros años aún puede tener reservas.
¿Y cómo acertar con la variedad y, sobre todo, con el ciclo escogido? Para Luisma, lo que es evidente es que llevamos diez años adelantando los ciclos; antes se dejaba gran parte de la sementera para después de las navidades, mientras que ahora se empieza en otoño y se deja para enero solo aquello que no has podido hacer.
