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sábado, julio 27, 2024
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La producción de cereal crece el 70% en España y aleja el ‘mal fario’ de los dos últimos años

El trigo blando alcanzará un rendimiento medio de 4.000 kilos por hectárea, mientras la cebada llegará a los 3.500, según las primeras previsiones

Ricardo Ortega

Faltan pocos días para que la cosecha de cereal se generalice en Andalucía, el banderazo de salida para una campaña marcada por las lluvias que dieron comienzo en octubre y no han abandonado del todo el cielo de la península.

España no va a tener una producción histórica pero sí un buen año, tan positivo como para espantar el mal fario de los dos anteriores.

Las estimaciones del Ministerio de Agricultura respecto a los cereales de invierno apuntan a un volumen de 14,8 millones de toneladas, lo que supondría un incremento del 70% respecto al desastre de 2023.

Sería una cifra inferior en un 6% a la media de las cinco últimas campañas, una bajada relativa que puede tener diferentes causas: las malas condiciones de siembra en determinadas zonas o que el agricultor haya escatimado insumos al no saber cómo vendría el año… o la ausencia de agua en el este de la península y Baleares.

La consultora Asegrain ofrece sus estimaciones, según las cuales la producción de trigo blando puede pasar de 3,5 a 6,7 millones de toneladas. La cebada, por su parte, subiría de 3,8 a 8,3 millones de toneladas.

En cuanto a los rendimientos por hectárea, se apunta a algo más de 4.000 kilos en el caso del trigo blando y de 3.500 en el caso de la cebada.

En regiones como Castilla y León los rendimientos pueden ser de 4.570 kilos por hectárea en el caso del trigo y de casi 4.000 en la cebada, lo que llevaría a una producción global mucho mejor que la de 2023, a pesar de la reducción en la superficie de siembra: un buen año matizado por unas lluvias que no han permitido sembrar en tiempo y forma.

En Castilla-La Mancha los rendimientos del trigo serían de 3.140 kilos por hectárea y los de la cebada alcanzarían los 3.040 kilos, mientras en Andalucía el trigo rondaría los 3.660 kilos y la cebada los 3.360, según Asegrain.

La otra cara de la moneda está en la cuenca mediterránea y el nordeste peninsular, que suman más de 370.000 hectáreas en las que se perderá por segundo año consecutivo entre el 60% y el 90% de la cosecha, según informan desde COAG.

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