Ricardo Ortega
Las lluvias y las temperaturas suaves se dejan notar en los campos de cereal, pero también en las parcelas dedicadas a la colza. César Álvarez, de Oleokelsa, señala que la cosecha de esta oleaginosa va avanzando en los secanos, especialmente en provincias como Salamanca o Valladolid, donde queda un 40% por cosechar. En las zonas más tardías, como Burgos o Soria, la campaña va más retrasada.
Los rendimientos por hectárea están siendo de unos 3.000 kilos por hectárea en los secanos, mientras que los pocos regadíos que se han recogido han ofrecido unos rendimientos superiores a los 4.000 kilos.
Estamos ante un buen año gracias a la humedad, que no ha desaparecido a lo largo del año, aunque la lluvia también ha tenido efectos perniciosos allí donde la vaina ya estaba seca: en algunos casos el agua ha engordado las silicuas y se ha perdido algo de grano.
Es un fenómeno que depende de la fuerza del agua, pero también de la fertilización realizada (sobre todo pensando en el potasio) y de las semillas empleadas. “En Oleokelsa siempre apostamos por las variedades menos dehiscentes”, recuerda Álvarez.
En todo caso, lo que marcará si estamos ante un buen año lo dará la rentabilidad. En el mercado parisino la colza ha bajado desde los 508 euros por tonelada hasta los 481.