“Mala hierba nunca muere”, recuerda Anxo Valiño, de Monsanto. Y es que la colza es una mala hierba, y como tal tiene una capacidad de autorregulación que no tienen otros cultivos.
Después de una difícil implantación (en los secanos) y la llegada de los primeros fríos cuando el cultivo aún no estaba ni establecido, podemos visualizar que parcelas que en enero y febrero no levantaban ni un palmo del suelo, hoy están terminando la floración. “Podemos pronosticar que la producción va a ser, al menos, rentable”, señala el experto.
El precio de la colza en estos meses está repuntando debido al encarecimiento del crudo y a que el euro se mantiene estable frente al dólar. Esto ha hecho que desde abril haya subido 12 euros por tonelada, situándose en estos momentos en 355 euros (precio Matif Francia). En Castilla y León la colza está sembrada principalmente en secano, donde las producciones en muchos casos van a estar por encima de lo que el agricultor se espera.
Las provincias donde se puede resentir más la producción en secano son Salamanca, Soria y Ávila, seguidas por Zamora (donde se han levantado muchas hectáreas), que también tiene un porcentaje bastante alto en secano.
En Valladolid, por el contrario, el porcentaje de colza en regadío es muy alto, con lo que la media de producción estará muy por encima de las 2,5 toneladas por hectárea. Desde Acor constatan que han sido muy pocas las colzas de secano que han llegado hasta aquí. Las que han aguantado se han beneficiado de las últimas lluvias, pero las parcelas están muy abiertas, con escasa densidad, y todavía está por ver las producciones que darán.
El técnico Joaquín Ortiz apunta que ya no es oportuno regar cuando la planta comienza a cambiar de color, hacia tonos amarillos, “salvo que se prevean unos días de calor excepcional”. Los rendimientos se anuncian buenos este año.