Yago Costoya
Las lluvias no han permitido sembrar todo el girasol en Andalucía, por lo que se prevé un ligero descenso de superficie a nivel nacional. No obstante, «se estima una media de entre 1.000 y 1.200 kilos por hectárea. La oleaginosa se sitúa este año entre las tasas más altas de rendimiento«, considera César Álvarez, responsable en Oleokelsa.
En regiones donde no se ha podido sembrar todo el cereal a causa de las precipitaciones, como la comarca de la Bureba, en Burgos, o la zona norte de Palencia, podrán incrementar la superficie del girasol.
El precio a nivel internacional se ha consolidado este año con fuerza. El valor del girasol que, históricamente, «siempre ha estado entre 1,5 y dos veces por encima que el del cereal, este año superará este baremo«, afirma Álvarez.
Un gran momento para aprovechar la rentabilidad del mercado, teniendo en cuenta los gastos que conlleva el cultivo, que son inferiores a otros cultivos de secano. No se le aplica generalmente abono, si requiere de herbicidas son mínimos, tiene una seguridad vía PAC, en precio y, este año, en producción, ya que contará con bodega para afrontar los meses más cálidos.
Además, el girasol se ha instaurado firmemente en las tierras españolas, pues permite sembrarse cada año, como no ocurre, por ejemplo, con la colza, que puede verse afectada por heladas y falta de precipitaciones tempranas, como recuerda Álvarez.
Los agricultores reclaman que exista una ayuda específica que les permita «ir a más», como la que ya hay para las leguminosas o proteaginosas. Tampoco entienden «que no se use como cultivo proteico, ya que permite producir, además de aceite, harinas con una proteína de entre el 27% y el 28%», asegura.
