El consumo de vino en España registra un descenso del -8,9% en el interanual a enero de 2023 hasta alcanzar los 9,57 millones de hectolitros, según el último informe económico de mercado que la Interprofesional del Vino de España (OIVE) ha puesto a disposición del sector.
Dicho consumo interanual supone prácticamente 1 millón de hectolitros menos respecto al máximo alcanzado en febrero de 2022, tras la recuperación postpandemia, cuando el consumo alcanzó los 10,63 millones de hectolitros.
El informe, encargado por OIVE al Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), señala que los datos más recientes del INFOVI indican que dicho descenso del consumo se ha estabilizado, ya que los 9,57 millones de hectolitros del interanual a enero de 2023 no difieren mucho de los registrados en el interanual a diciembre, con 9,59 millones de hectolitros, y a noviembre con 9,64 millones de hectolitros.
El dato interanual a febrero, con 9,56 millones de hectolitros, publicado hace apenas unos días desde la OIVE, confirma dicha estabilidad.
El consumo de vino en hostelería suaviza su recuperación y sigue lejos de las cifras prepandemia
Por su parte, las ventas de vino en hostelería se situaron en estos 12 meses en los 2,14 millones de hectolitros, con un crecimiento del +19%. Se trata de los datos más elevados desde el interanual abril-mayo de 2020, pero lejanos aún a las cifras prepandemia, cuando rondaban los 3 millones, según datos de NIELSEN IQ para el interanual diciembre-enero 2023.
En cuanto al consumo de vino en el canal alimentación, suaviza su caída al -5,5%, la menor del último año, hasta los 4,14 millones de hectolitros, cifra ligeramente superior a la registrada antes de la pandemia. Recordamos que el consumo de vino en este canal creció a un ritmo extraordinario durante el inicio de la crisis sanitaria y el confinamiento domiciliario, por lo que es lógico que haya registrado descensos en los periodos más recientes.
El vino con DOP supone el 57% del volumen y el 73,4% del valor total, mayores cuotas de su historia
El vino tranquilo con DOP es el que mejor evolución presenta tanto en volumen (+3,4%) como en valor (+13,7%). Es el único que creció por encima de la media en alimentación y hostelería en estos aspectos. Ya representa el 47% del volumen y 73,4% del valor total, los mayores porcentajes registrados en España hasta la fecha.
Las ventas de vino espumoso aumentaron un +1,8% en litros y un +8,5% en euros, lo que le convierte en el siguiente tipo de vino que mejor se comportó. Es decir, los vinos de rango de precio elevado ganan cuota en España frente a los más económicos. Las tres categorías restantes (vino sin DOP/IGP, vino con IGP y “Resto vino”) cayeron en volumen, pero crecieron en valor.
Todos los tipos de vino subieron de precio de forma notable en el interanual diciembre-enero 23, en el conjunto de alimentación y hostelería, lo que explica que todos evolucionen mejor en términos de valor que de volumen. Ambos canales registraron los precios medios más altos de la serie histórica: 6,23 euros el litro en hostelería y 4,10 euros el litro en alimentación.
En definitiva, la gran incertidumbre que vivimos a nivel internacional en los últimos tiempos, unida a la fuerte inflación, está provocando una caída del consumo de vino en nuestro país. En cualquier caso, a diferencia de lo que se observaba en los meses anteriores, los datos parecen indicar que dicho descenso del consumo se ha estabilizado.