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lunes, octubre 14, 2024
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El abonado de fondo en la planificación y estrategia de fertilización en cultivos de siembra de primavera

Vicente Belda. Fertifluid

En las fechas que nos encontramos, inmersos ya en las siembras de primavera como la remolacha, maíz, alubias, lentejas, girasol, etc., es muy importante establecer una serie de condiciones y estrategias a la hora de pensar en el abonado de nuestros cultivos.

De sobra es conocido que el punto de partida adecuado tiene que ser un análisis de suelo, para evaluar los distintos nutrientes necesarios y la cantidad de cada uno que hay que aportar según el cultivo que queramos implantar. Y es especialmente significativo para ajustar la fertilización fosfórica y potásica, y a la vez conocer otros datos referentes a la fertilidad física del suelo en cuanto a textura, pH y otros parámetros igual de determinantes.

También sería conveniente evaluar los cultivos precedentes en la parcela donde vayamos a acometer la siembra. Es algo a tener en cuenta con cultivos anteriores fijadores de nitrógeno, como las leguminosas, capaces de aportar entre 100-150 kilos de nitrato si se trata de una alfalfa, por ejemplo. Importante es también saber qué labores se hicieron, sobre todo desde el punto de vista de la incorporación del rastrojo al suelo. El potasio es uno los más beneficiados, al poder incorporarse unos 95 kilos por hectárea en caso del maíz, al ser el elemento más predominante en la parte aérea, además de ser altamente disponible.

Otro factor reseñable a tener en cuenta es si ha existido en años anteriores algún aporte de fertilizantes orgánicos, evaluando procedencia, calidad y cantidad del estiércol aportado.

Con todos estos datos debemos establecer un balance de entradas o aportes a nuestro suelo, establecer el tipo de cultivo a implantar, y tampoco debemos olvidar las producciones estimadas que queremos obtener porque serán la base para asentar la estrategia de fertilización de nuestro cultivo.

El abonado de fondo es quizás el más importante en nuestra estrategia de fertilización, ya que servirá para asentar las bases de establecimiento del cultivo. Es recomendable aportar en torno a un tercio del total del nitrógeno en fondo, junto a todo el fosforo y el potasio, dejando para la cobertera la aportación principal del nitrógeno y alguna posible corrección de microelementos que se pudiera presentar. Existe también la posibilidad incorporar en el abonado de fondo algún micronutriente, tal como el boro en aquellos cultivos en los que sea importante para el desarrollo del cultivo, tales como el girasol o la remolacha.

Como abonado de fondo se están presentando en los últimos años, y de manera muy interesante, los abonos líquidos,que son capaces de aportar, a parte de las características propias de los complejos NPK, unas ventajas que el sólido tradicional no puede dar. La principal es que son totalmente solubles, con lo que estamos ajustando el coste real de la unidad fertilizante asimilable, al ser 100% soluble, con materias primas puras, siendo esto de especial relevancia en caso de la unidad fosfórica. Aparte, son formulados estables y versátiles.

La aplicación de estos complejos es también una ventaja intrínseca al venir en formato líquido. Se puede realizar mediante nuestro tradicional equipo de tratamientos fitosanitarios, al ser formulados con un proceso de filtrado y poder aplicarlos con la boquilla de abanico de los herbicidas. Con ello, también conseguimos realizar una distribución del abono de manera más homogénea ajustando fácilmente y de manera muy precisa la cantidad de kilos por hectárea en cada una de las parcelas.

Otra ventaja derivada de la forma de aplicación del abono liquido como abonado de fondo es la posibilidad de mezclar con herbicidas de preemergencia, lo que nos va a proporcionar importantes ventajas: el ahorro de costes en las labores del cultivo al ahorrar un pase, abonamos y aportamos el herbicida de una vez, a la vez que controlamos el pH del caldo del herbicida fortaleciendo la materia activa del fitosanitario.

Desde Fertifluid Fertilizantes ponemos a su disposición distintas formulaciones para realizar de manera adecuada un buen abonado de fondo, proporcionando unos NPK totalmente solubles, estables y versátiles. Se adecuan a las necesidades de los suelos y requerimientos de nuestros cultivos y permiten tener todas las ventajas antes comentadas.

Fertifluid Fertilizantes destaca por -además de disponer de un producto de calidad adecuado a las exigencias del agricultor de hoy en día- una gran capacidad logística que acerca el producto al agricultor final, que así reduce los costes de almacenamiento y de manejo del producto.

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