Las diferentes administraciones han presentado una serie de medidas destinadas a flexibilizar la aplicación de la Política Agraria Común (PAC). Como desgranará Raúl Ortega, de Banco Santander, en su ponencia en el Congreso del Campo Palentino, los principales objetivos son relajar la carga administrativa de las explotaciones agropecuarias y mejorar el posicionamiento de los agricultores y ganaderos en la cadena alimentaria.
Por ello, se modificarán las Buenas condiciones agrarias y medioambientales, eliminando obligaciones en lo referente a los elementos no productivos, flexibilizando la rotación de cultivos, además de modificar los deberes en cuanto a la cobertura del suelo en periodos sensibles. Además, las explotaciones de menos de 10 hectáreas quedarán exentas del cumplimiento de la condicionalidad reforzada.
Por otra parte, y con el objetivo de evitar que los agricultores tengan que comercializar sus productos a un precio por debajo de los costes de producción, la Comisión Europea pretende fortalecer su poder de negociación mediante la creación de un observatorio para crear más trasparencia en los costes de producción, los márgenes en la cadena de valor, todo ello con el objetivo de incrementar la remuneración y los beneficios de las explotaciones agropecuarias europeas.
