El riego por aspersión para cultivos forrajeros tiene varias opciones posibles. Roberto Santiago, ingeniero agrónomo de Riegos del Duero, explicará en el Congreso del Campo Palentino de Paredes de Nava las soluciones para el regadío en el forraje, en este caso, mediante cobertura enterrada y riego con pívots.
La cobertura enterrada consiste en colocar aspersores fijos, cada 18 metros aproximadamente, y mediante tuberías de PVC enterradas para regar de forma automática por sectores. Lo primero que hacen en Riegos del Duero es diseñar a ordenador la parcela con el marco de siembra. Después acuden al campo y proceden a la inyección del polietileno con los aspersores, con tractores de gran potencia y con guiado por GPS.
Este sistema es totalmente automático, coge la caña de acero con la pieza de latón y la embute directamente en el polietileno en el punto exacto definido en el proyecto. Posteriormente, se comienza con la apertura de zanjas para meter las tuberías que alimentarán a estos aspersores.
Con ello, se dividen las parcelas en sectores de riego, ajustados siempre al caudal disponible, que se abren de forma automática según un programador que configura el propio agricultor.
Por otro lado, Roberto Santiago detallará en su ponencia el funcionamiento del riego con pívot, que consiste en el montaje de una estructura metálica que se mueve a lo largo de la parcela. El tubo principal de la estructura dispone de boquillas cada 3 o 6 metros que, al pasar por encima del cultivo, van regando con una alta uniformidad la parcela, también de forma automática.