Aitana Sánchez
Mientras el consumo alimentario en los hogares españoles se retrae, el huevo destaca como excepción: no solo mantiene su lugar en la cesta de la compra, sino que gana protagonismo. La combinación de un consumo doméstico creciente, la amenaza de la influenza aviar en el extranjero y las limitaciones estructurales para ampliar la producción nacional han situado al sector español en una posición estratégica, pero también bajo una tensión creciente.
Según FEDEROVO (Federación Española de Empresas del Sector de la Producción de Huevos y Ovoproductos) y ASEPRHU (Asociación Española de Productores de Huevos), el sector facturó en 2023 un total de 2.278 millones de euros, un 30% más que el año anterior. Representa el 8,2 % del valor de la producción ganadera nacional y el 3,5 % del valor agrario total. Con una producción de 1.164 millones de docenas de huevos, España se consolida como el tercer productor de la Unión Europea, solo por detrás de Francia y Alemania.
El huevo gana espacio
El consumo en los hogares confirma esta tendencia positiva. En 2023, el huevo fue el alimento que más creció en volumen de compra, con un incremento del 8,7 %, frente a una caída general del consumo alimentario del 1,5 %. Esta dinámica se ha mantenido hasta noviembre de 2024, con un crecimiento adicional del 3,2 %. El consumo per cápita ascendió a 138 huevos en 2023, y a 142 hasta noviembre de 2024. El gasto medio por persona fue de 28 euros anuales, lo que supuso un desembolso total de 1.304 millones de euros en huevos en el conjunto del país.
Los datos de consumo regional revelan un fuerte crecimiento en comunidades como Baleares (+13,93 %), Cantabria (+13,80) y la Comunidad Valenciana (+10,84). La media nacional se situó en 8,68 kilos por persona, es decir, casi tres huevos a la semana.
El sector avícola español se apoya en una estructura de 1.809 granjas y un censo de 47,7 millones de gallinas ponedoras. Uno de cada tres animales ya se cría en sistemas alternativos a las jaulas, como gallinas camperas, ecológicas o sueltas en gallineros. Esta transformación ha sido especialmente relevante en los últimos seis años, periodo en el que se ha triplicado la cifra de gallinas alojadas en estos modelos de producción.
FEDEROVO y ASEPRHU destacan que «la elevada profesionalización del sector y la aplicación rigurosa de medidas de bioseguridad han permitido que España permanezca libre de influenza aviar en sus granjas». Esta situación contrasta con la de países del norte de Europa, donde se han perdido cerca de quince millones de aves, y con la de Estados Unidos, que ha registrado la eliminación de hasta 160 millones de aves, incluyendo 50 millones de ponedoras, como consecuencia de brotes recientes.
Una demanda exterior en auge
«En este contexto, España se ha convertido en un proveedor fiable para el mercado europeo», afirman ambas organizaciones. En la actualidad, el 20 % de la producción nacional se destina a la exportación, principalmente a países comunitarios que no pueden cubrir su demanda interna.
La creciente demanda exterior coincide con un momento de escasez global de huevos, lo que refuerza la importancia estratégica del sector español.
Sin embargo, los productores alertan de que el crecimiento de la producción nacional está condicionado por diversas barreras estructurales. “Estamos en una situación complicada para crecer en producción. Por un lado, existe una demanda creciente de huevos de sistemas alternativos por parte de las tiendas. Por otro, los productores están inmersos en el proceso de adaptación de las granjas para atenderla”, explican desde ASEPRHU y FEDEROVO.
Esta transición, añaden, conlleva mayores costes sin implicar un aumento de producción, y se ve agravada por la lentitud de los permisos administrativos necesarios para ampliar instalaciones, que pueden tardar años en resolverse.
Tensión en los precios
Respecto a los precios, las organizaciones explican que “no existe un precio único del huevo, sino que se forma entre operadores comerciales y depende del canal de venta, el tipo de huevo y la situación de la oferta y la demanda”. En contextos de escasez, se genera un efecto de vasos comunicantes entre los diferentes canales de distribución, lo que incrementa la presión sobre los precios en toda la cadena.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha advertido recientemente sobre la necesidad urgente de reforzar los sistemas de bioseguridad y vigilancia ante la propagación del virus H5N1. Para la FAO, evitar la pérdida masiva de aves de corral es esencial para mitigar el impacto sobre la seguridad alimentaria, la asequibilidad de los alimentos y la sostenibilidad de las economías rurales.
Desde FEDEROVO y ASEPRHU insisten en la necesidad de que las administraciones españolas comprendan el valor estratégico del sector del huevo y actúen en consecuencia: “Es necesario agilizar los trámites administrativos para permitir la modernización y ampliación de las granjas. Esto contribuiría no solo a cubrir la creciente demanda, sino también a dinamizar zonas rurales con escasa población y desarrollo económico”.
El huevo, alimento esencial, económico y versátil, ha pasado de ser un producto discreto a un elemento clave en la seguridad nutricional y económica, tanto a escala nacional como internacional. La respuesta institucional en los próximos meses será decisiva para determinar si el sector podrá aprovechar esta coyuntura o se verá limitado por su propia estructura.