El pasado mes de marzo, el Boletín Oficial del Estado publicó una nueva modificación en la Ley de Bienestar Animal que afecta al sector porcino. Se incluyeron nuevos valores relativos a la densidad máxima de animales en las granjas y nuevas condiciones ambientales y de alimentación, agua, comederos, etc. El objetivo era disminuir la necesidad de practicar el corte de colas de los porcinos.
Ante esta ley, el sector lo ve claro: resulta “muy perjudicial” para las granjas. España es un gran exportador de carne de cerdo y este tipo de normativas, ya sean de sanidad o de bienestar, suponen un “problema que merma nuestra competitividad y va a suponer un coste que repercutirá en el precio del cerdo”, explica Gregorio Juárez, de Asaja.
Exportación y precios
El mercado del cerdo es un mercado muy competitivo, donde nuestro país “riñe” con otros mercados como el oriental o el americano. “Cuando no se compite en igualdad de condiciones es complicado”, lamenta Juárez.
Los precios, que han estado en caída libre durante bastante tiempo, llevan estables varias semanas.
Es en alimentación donde mayor gasto tiene el ganadero. “Aún no estamos en los precios que teníamos antes de la guerra de Ucrania”, aunque sí es cierto que en las últimas semanas ha bajado la cotización del maíz, el trigo y las cebadas.
Otro factor que afecta al sector es el coste de la luz, que sigue “disparada”, y también los costes de mano de obra y los precios del transporte.
Ante todas estas circunstancias, el sector del porcino siente “preocupación” con la mencionada normativa de bienestar animal, tanto en granja como en transporte, debido a la gran exportación que realiza. “Estamos bastante preocupados tanto por lo que ha entrado en vigor como por lo que viene de Bruselas”, concluye Gregorio Juárez.
