El sector porcino español está preparado para afrontar escenarios de incertidumbre, si bien “lo realmente preocupante no son tanto los impactos comerciales directos -que, incluso en una situación extrema con Estados Unidos, afectarían a menos del 1% de nuestras exportaciones-, sino los efectos indirectos”.
Así lo ha señalado el director general de la Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca (Interporc), Alberto Herranz, para quien “en un mundo global e inestable, no podemos depender de un único socio ni quedarnos atrapados en tensiones bilaterales”.
Así ha señalado en el evento ‘Impacto de la Doctrina Trump en el comercio español: en busca de nuevos mercados en Asia e Iberoamérica’, celebrado en el Centro de Estudios Financieros de Madrid.
El responsable de Interporc ha insistido en que “la diversificación de mercados, que el sector porcino español sigue desde hace muchos años, no es una opción, sino una necesidad estratégica”.
Con respecto a China, ha explicado que, aunque es el principal mercado del sector con un 19,9% del total exportado, “las relaciones bilaterales son excelentes y mantiene un gran potencial de crecimiento en productos de alto valor añadido y en su canal Horeca”.
En esta misma línea, el consejero de la Embajada China en España, Qu Xun, recalcó las buenas relaciones comerciales e institucionales existentes entre los dos países.
También recordó que la navegación y los descubrimientos forman parte del acervo histórico español y que, tras América y Filipinas, “ahora llega el turno de descubrir China”.
A su vez Pilar de Carlos, consejera comercial de la Embajada de España en Washington, explicó los detalles de la política arancelaria de Trump y manifestó que en realidad “no se trata de una guerra comercial”, sino de una estrategia que busca fijar la posición de los países y ver qué pueden ofrecer a EEUU.