Alfonso Palomo. Director comercial de O. Palomo
A pesar de la última incertidumbre sí queda ahora claro que los stocks de materias primas son grandes, porque hay una gran cosecha de soja y maíz en el hemisferio sur y en Ucrania. Tan generosa que puede incluso batir marcas. Y el panorama económico se ha enturbiado un poco por el déficit con los italianos y la subida de tipos. El dólar ha bajado a 1,15, de manera que las mercancías de importación se han encarecido un poco. De todas formas, puede ser una situación circustancial si tenemos en cuenta la gran producción mundial de esta campaña.
La proteína ha subido un 5%. Es un incremento coyuntural impulsado por la situación financiera y la meteorología. Las abundantes lluvias registradas en Estados Unidos han retrasado temporalmente los embarques. De cualquier manera, la abundante cosecha de soja y maíz, con rendimientos de récord, acarrearán la sujección de precios en el resto de los cereales.
En el mercado doméstico español la cebada tiene precio similar en toda la geografía. No ocurre lo mismo con el trigo, que registra algunas diferencias de un lugar a otro. Las próximas lluvias permitirán avanzar en las labores en el campo, hasta ahora retrasadas. Las buenas temperaturas han permitido avanzar aquí en las cosechas de girasol y maíz. Está siendo un buen año, aunque dispar en cuanto a los rendimientos de los cultivos.
El agricultor debiera seguir vendiendo algo ahora que los precios siguen siendo interesantes. No se prevén grandes cambios a menos que haya incidencias meteorológicas o que afecten a los stocks. Y si no hay fluidez de mercancía puede ser que, entre el mucho grano guardado y la presión de venta, puedan descender algo las cotizaciones.
Hay rumores en favor de posibles exportaciones de cebada, que provocan ciertos repuntes. Pero para ello debiera ceder antes el mercado un poco. Solo así se podrá ser competitivo y merecerá la pena sacar los excedentes a la venta.