El kaki vive un momento de contrastes, pierde superficie, pero mantiene su liderazgo mundial. Mientras España sigue siendo el primer país exportador del mundo de esta fruta, el cultivo atraviesa una etapa de pérdida de superficie, rentabilidad y mano de obra. Las plagas, el calor y la falta de relevo generacional están detrás de un descenso que preocupa al sector. La superficie cultivada comenzó a reducirse entre 2016 y 2021. En la comarca de la Ribera del Xúquer (Valencia), una de las zonas más productoras de kaki, se perdieron 1.576 hectáreas. Principalmente este descenso se debe a la pérdida de rentabilidad del cultivo.
Según la Asociación Española del Kaki, la superficie cultivada ha pasado de 18.500 hectáreas hace seis años a unas 14.000 en la actualidad. Lo que supone una reducción superior al 30 %. La Comunidad Valenciana, especialmente la Ribera del Xúquer, concentra el 90 % de la producción, aunque las condiciones climáticas y las enfermedades del cultivo han mermado las cosechas recientes.
“Tenemos que luchar por el futuro del kaki”
El presidente de la asociación, Pascual Prats, explica, que el sector afronta una campaña complicada. “Ha habido una merma del 20 % respecto a lo previsto. La calidad ha sido buena, pero la fruta ha escaseado. Además, el calor ha favorecido una tercera o cuarta generación de plagas como el cotonet, lo que nos obliga a tratar hasta el final”. “Todavía pensamos que el kaki tiene futuro, pero necesitamos más herramientas para combatir las plagas y apoyo en materia de fitosanitarios”, añade. Prats lamenta también la falta de relevo familiar, lo que agrava la pérdida de superficie.
En referencia a la parte final de la campaña, añade que la bajada de precios es temporal. “Los precios han estado bastante bien y ahora ya empiezan a estar un poco más bajos y el producto se tienen que vender un poco más barato, pero creo que esto durará poco”.
Un producto con gran proyección exterior
El kaki pierde superficie, pero mantiene su liderazgo mundial. España produce alrededor de 350 millones de kilos de caqui al año, de los cuales más del 80 % se exporta. Europa es su principal mercado, aunque también llega a Canadá, Brasil, Estados Unidos, Arabia Saudí y Jordania.
El consumo interno sigue siendo bajo, apenas 0,74 kilos por habitante y año, por lo que el sector trabaja para incrementar la demanda nacional mediante campañas de promoción y educación alimentaria.
“España es el mayor exportador del mundo de kaki. Eso demuestra que, pese a las dificultades, seguimos siendo competitivos y tenemos que seguir luchando”, señala Prats.
A pesar de los desafíos que se le presentan al cultivo, la Asociación Española de Kaki, según Prats, mantiene una visión optimista: “todavía pensamos que el kaki tiene futuro y tenemos que luchar”. La fortísima dependencia de la exportación hace al sector sensible a la demanda y a los precios del mercado internacional. En su opinión, acciones clave para apuntalar el cultivo incluyen facilitar nuevas materias activas para el control de plagas, reforzar las herramientas tecnológicas de cultivo, y promocionar el consumo nacional. El consumo nacional es muy bajo por lo que hay margen para crecer internamente.
La campaña, encara su etapa final y continuará ahora con la fase “natural” de maduración del fruto, momento en el que el precio se ajusta.
Persimon, la marca que impulsa la calidad
El impulso positivo llega de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Kaki Ribera del Xúquer, responsable de la marca Persimon, el único kaki del mundo con denominación de origen. Esta figura de calidad agrupa a más de 6.800 productores y representa el 54 % de la superficie nacional cultivada. Este año, la Denominación de Origen ha impulsado una campaña de promoción de 2,1 millones de euros cofinanciada por la UE durante los próximos tres años, junto con nuevos proyectos en Brasil, Canadá y Francia que suman una inversión global de más de 3 millones de euros.
El presidente del Consejo Regulador, Cirilo Arnandis, prevé volúmenes similares a los del año pasado, “aunque con calibres algo menores debido a la sequía. “En este último año apenas se han producido lluvias, por eso también estamos tratando de lidiar con las dificultades derivadas de las plagas que siguen ocasionando problemas y que suponen una amenaza para este cultivo emblemático de la comarca de la Ribera Alta”.
La Denominación de Origen realiza está realizando una gran apuesta para convertir Persimon en la marca emblema de la Ribera del Xúquer y en una de las grandes marcas de fruta de España. “No hay ningún kaki en el mundo con la calidad del Persimon». Somos líderes en producción y comercialización, y el 93 % se cultiva en la Comunitat Valenciana”, subraya Arnandis.
