El tiempo está loco. La vieja sentencia parece que retoma fuerza y está en la boca de casi todos los agricultores un día sí y el otro también. Basta con solo rememorar lo sucedido estas dos últimas campañas para comprobar que pasa de un extremo al otro sin avisar. De la sequía invernal a las lluvias pocas veces vistas con tanta abundancia en verano. De que los cultivos rocen el récord de producción por abajo o por arriba. En solo doce meses.
Todo ello sin olvidar las heladas, el pedrisco y que sea posible preparar el terreno, fertilizar, aplicar fertilizantes y cosechar o no dependiendo de los caprichos de la meteorología. La rentabilidad de la explotación está así más en juego que nunca. Siempre, claro, que el agricultor tome la decisión siempre errónea de no asegurar las siembras en un intento de ahorrar la inversión de contratar la póliza. También es un cara o cruz que, a medio y largo plazo, sale mal de todas todas.
En Castilla y León las dos líneas principales de seguro agrario son la de Cultivos herbáceos y Uva de vinificación. Tiene también un peso importante la de Cultivos forrajeros.
Estas tres líneas de seguros comienzan su suscripción el año anterior al de cosecha, es decir son los que se conocen como Plan 2018, aunque cubre la cosecha de 2019.
- Línea 309 – Cultivos herbáceos. Comenzó su suscripción el día 1 de septiembre y hay plazo para continuar la contratación de los módulos de secano hasta el 20 de este mes. La única salvedad de esta línea es que el plazo de contratación de la colza, lino semilla y camelina acabo ya el día 30 de octubre para los cultivos de secano. Como novedad en el cultivo de la colza, en lo referente a la no implantación, el número de plantas por metro cuadrado necesarias baja de 20 plantas por metro cuadrado a quince plantas. Para tener cubierto el riesgo de fauna en las parcelas de regadío, hay que contratar la póliza en los mismos plazos que el secano. Se amplía la actual tabla de bonificaciones, dando una bonificación de un 5% para aquellos asegurados que tienen menos de cinco años asegurados con una ratio de siniestralidad menor o igual del 90%, y que habiendo contratado el módulo 1 o 2 en el plan anterior lo vuelvan a contratar en este.
- Línea 312 – Uva de vinificación. Comenzó la suscripción el 1 de octubre y para los módulos de otoño termina también el próximo día 20. Como novedad, todos los asegurados podrán elegir el garantizado del 80% si figuran en la base de datos. Hay una nueva tabla de valoración para el riesgo en plantaciones jóvenes. Para riesgos de explotación se unifica el cálculo de secano y regadío. Se han revisado los rendimientos tanto en secano como en regadío, así como los precios de aseguramiento, en ciertas variedades.
- Línea 315 – Cultivos forrajeros. Se inició la suscripción el 15 de noviembre y termina el 14 de diciembre o el 31 de marzo de 2019 dependiendo de los cultivos asegurables. Desde la campaña pasada se contempla la compensación por perdida de calidad en la alfalfa por el riesgo de lluvia una vez recolectado.
El seguro en Castilla y León, este año 2018 y en lo que a la línea 309 se refiere, tuvo una implantación del 83% de la superficie sembrada, según detalla José Ignacio García, director territorial de Agroseguro. Este dato confirma que el agricultor ve en el seguro la herramienta necesaria para hacer frente a cualquier adversidad climática que ocurra en su explotación. Considera al seguro como un coste más, al igual que pudiera serlo el abono, el gasóleo y otros.
“Hoy por hoy el seguro agrario ha demostrado que es la herramienta eficaz y solvente que dispone el agricultor y el ganadero para tener protegida su explotación y le concede un valor añadido ante la Administración y otros organismos como herramienta de gestión de riesgos, argumenta García.