La marca con sede en la localidad palentina de Venta de Baños es el mayor fabricante español de maquinaria de laboreo. Ovlac, que dispone de más de 400 modelos de arados, tiene en la calidad su gran argumento. Exporta el 60% de su producción y factura once millones al año
Jorge Calvo (Valladolid, 1970) forma parte de la tercera generación -“la peligrosa”, comenta entre risas- que
dirige Ovlac, una empresa familiar que es la referencia española cuando se trata de arados de vertedera de calidad. Siempre tuvo muy claro que su carrera profesional iría por otros derroteros, pero el futuro estaba marcado.
Jorge y su hermano César llevan ahora las riendas de la marca que fundó su abuelo en 1936. Casi 80 años de experiencia. Ovlac omenzó en Fuentes de Nava (Palencia) como un pequeño taller de reparación y fabricación de maquinaria: arados, pequeños cultivadores, remolques, sembradoras, etc., que por entonces aún eran de tracción animal.
En la actualidad cuenta con unas modernas instalaciones con 11.000 metros cuadrados cubiertos en el polígono industrial de Venta de Baños. “El taller original fue evolucionando, de manera que, cuando mi padre se hizo cargo de la empresa en 1970, se centró exclusivamente en la fabricación de arados. Es lo que nos ha dado reputación. Hasta hace aproximadamente quince años era lo único que se hacía en esta empresa”, señala Jorge Calvo, el director comercial de esta marca palentina.
En los años 80 iniciaron la expansión nacional, y a finales de la siguiente década Ovlac salió al mercado internacional. En la actualidad exporta el 60% de su producción, y factura once millones de euros anuales.
Ovlac cuenta con una plantilla de 65 personas. Con el comienzo del siglo XXI, optaron por diversificar la producción para mitigar la caída en la demanda de arados por la aparición de las técnicas de siembra directa y mínimo laboreo. Así, comenzaron a fabricar cultivadores, gradas rápidas y a diversificar modelos. “Siempre hemos sacado la misma conclusión, que es clarísima, que debemos mantenernos en el trabajo de suelo, que es lo que dominamos y por lo que se nos reconoce”, explica.
“Esa especialización en el trabajo de suelo es lo que el cliente nos valora, en especial en el arado de vertedera. No pretendemos cubrir más áreas, y dentro de eso dar un buen servicio. Nuestra apuesta es por la calidad. Competimos con las marcas europeas, con empresas alemanas, danesas, francesas, noruegas… La calidad, y todo lo que va aparejado a ella como es el servicio y la especialización, es lo que marca nuestra línea de trabajo”, insiste convencido.
Ingeniería puntera y los mejores materiales
El departamento que se encarga de la investigación y el diseño de los aperos constituye una parte fundamental del patrimonio de Ovlac. “Un arado no es solo un montón de hierro; tiene mucho diseño detrás, y mucha experiencia. Por mucha ingeniería que le metas, sin la experiencia y el conocimiento que dan los años es imposible sacar adelante un apero de calidad”.
“La relación que tenemos con el agricultor, que nos hace llegar sus comentarios para hacer mejoras, es una de nuestras grandes ventajas como pequeña empresa”, argumenta orgulloso Calvo. Solo de arados, disponen de más de 400 modelos. Trabajan siempre bajo pedido.Sacar adelante un modelo nuevo, desde que nace la idea hasta que sale al mercado, requiere un proceso que tarda un mínimo de dos años.
“Es una inversión muy importante, cuya propiedad intelectual resulta muy difícil de proteger. Es bastante frustrante que, después de tanto esfuerzo, te lo copien”, lamenta. A pesar de todo es optimista. “La maquinaria agrícola tiene un desarrollo futuro tremendo, ya que hay unas necesidades de alimentación que están ahí, y habrá que satisfacerlas sí o sí. Las oportunidades para crecer son muchas. Esa es nuestra ilusión, seguir creciendo en nuestro sector, especializados en trabajo de suelo y haciendo las cosas bien”, recalca Jorge Calvo.