María Álvarez Escalante
La Ribera de Navarra desprende ya ese aroma característico de pimientos asados a la llama. Manos afanosas retiran con sumo cuidado la piel torrada y envasan de manera artesanal este dulce y delicioso producto.
Antes, en el campo, y también a mano, estos piquillos han sido las encargadas de recolectados uno a uno cuando han alcanzado su característico color rojo fuego.
Es esa labor manual y artesana lo que hace tan especial al piquillo de Lodosa, una denominación de origen protegida que ampara los pimientos de esta variedad producidos en las localidades navarras de Lodosa, Azagra, Cárcar, Lerín, Mendivia, san Adrián y Sartaguda.

La campaña ha comenzado de manera tardía, retrasada por las lluvias intensas y tormentas que han afectado a la región en las primeras semanas de septiembre. Aún es pronto para cifras oficiales, pero desde el Consejo Regulador apuntan a un aumento de la producción, debido al aumento de la superficie de cultivo en un 19% con respecto al año anterior, hasta un total de 198 hectáreas cultivadas en este año. Esta cifra supone el mejor dato registrado em los últimos 20 años para esta reconocida denominación de origen.
Un cultivo delicado
«Es un cultivo sensible» nos reconoce Mikel Alcalde, agricultor de la Agrupación Hortícola de Cárcar, «tanto por el manejo manual que requiere, como por lo vulnerable que es a las plagas».

Este pimiento que Mikel recolecta ahora en la localidad de Cárcar se plantó el 1 de junio. Desde entonces, ha recibido «un cuidado diario». «Casi todo el trabajo lo realizamos de forma manual, desde la plantación, la eliminación de malas hierbas o la recolección», explica el agricultor.
Esta campaña, prevé obtener una producción de unos 20.000 – 24.000 kilos de pimientos en la hectárea y media que destina a este cultivo.
El riego se realiza mediante goteo unos 4 o 5 días a la semana, tras los primeros 15 días de plantación.
«Tenemos la ventaja de que en esta zona no existen por el momento restricciones en el uso del agua, cómo sí está sucediendo en otras zonas», afirma. El próximo año, tienen previsto implementar un sistema de sondas para controlar mejor el riego.
En su manejo de cultivo, “este agricultor realiza las mínimas aplicaciones posibles. Simplemente ha utilizado un bioestimulante para favorecer el crecimiento de la planta y que no desarrolle tanto follaje en la parte baja, ya que esos pimientos que quedan abajo se queman durante el verano”, nos explica Sara Machín, técnica de campo del Grupo AN.

El principal hándicap que tiene el cultivo del pimiento del piquillo es la alta demanda de mano de obra, que dispara los costes de producción. Alcalde estima entre 10.000 y 12.000 euros para esa extensión de cultivo.
Un proceso artesanal
El Pimiento del Piquillo de Lodosa, distinguido por su color rojo intenso, dulce sabor y carne fina, es sometido a un proceso de selección y elaboración minucioso. Gracias a su proceso de conservación, el consumidor puede disfrutar de este producto durante todo el año.
Una vez recolectados en el campo, los pimientos son transportados a las plantas de transformación como la que tiene Conservas Dantza en Andosilla. En estas instalaciones, se procede a su asado por llama directa, seguido de un descorazonado, pelado y eliminación de semillas.
A continuación, los pimientos pasan a una zona de envasado, donde personas expertas seleccionan, clasifican y envasan el producto en una labor completamente manual. Cabe destacar que, “debido a la alta delicadeza del producto y para conservar íntegro su sabor, la elaboración y el envasado se realizan en seco, sin emplear agua en el proceso”, explica el director de Conservas Dantza, Rafa Castejón. En este sentido, el líquido que se aprecia en el envase el jugo que suelta el propio pimiento.
Conservas Dantza ha comenzado la campaña de elaboración de pimiento del piquillo en la última semana de septiembre. “Ahora mismo procesamos entre 8 y 10 toneladas de materia prima por turno, en el que trabajan unas 60-70 personas”, explica el director de la fábrica, Pablo Ruiz.

Es una de las trece empresas elaboradoras de piquillo de Lodosa y elabora entre 400 y 500 toneladas anuales, lo que representa en torno a una quinta parte del total de la Denominación de Origen.
Conservas Dantza es una empresa de conservas de verduras y frutas de la huerta navarra procedentes de los agricultores socios de Grupo AN, el referente del cooperativismo agroalimentario español.
“Es importante destacar el alto valor añadido de productos como el pimiento del piquillo”, ha destacado Alfredo Arbeloa, director general del Grupo AN, en un encuentro con periodistas. “Día a día trabajamos para ofrecer a los agricultores y ganaderos de nuestras cooperativas socias todo aquello que necesitan para producir elaborar productos de la máxima calidad, con seguridad y eficiencia”, señalan.
¿Cómo es el pimiento del piquillo?
El Pimiento del Piquillo de Lodosa se caracteriza por un color rojo intenso en la madurez, su pequeño tamaño, carne muy fina y forma triangular. Su nombre de piquillo viene por el acabado en punta, ligeramente incisiva de su vértice, que recuerda a la forma de pico de un ave.