La cooperativa del este de Valladolid dispondrá cinco equipos para tener de primera mano información histórica sobre el tiempo y conocer las previsiones. La gestión de los cultivos será más eficaz porque cada labor se podrá hacer en el momento idóneo
Ni los más veteranos de la comarca vallisoletana del río Esgueva tienen referencias de una cosecha como la de esta temporada. Los trigos les han dejado en parcelas concretas medias de 8.000 kilos por hectárea -incluso más- y las cebadas han promediado las seis toneladas en algunas fincas. La satisfacción por el trabajo bien hecho, y premiado con óptimo resultado, es lo generalizado ahora entre los cooperativistas de Valle Esgueva.
Saben que, como justifica su presidente, Honorato Calleja, casi todas las circunstancias han evolucionado con el paso del tiempo en su favor: la selección genética para obtener mejores variedades, formas de trabajar más eficientes, nuevos productos fitosanitarios, maquinaria específica y la incorporación de las tecnologías punteras al trabajo en el campo. Así es la agricultura moderna de la que se benefician los 250 cooperativistas.
Y en esa dinámica continúan adelante con convencimiento. Valle Esgueva invertirá 300.000 euros para mejorar las instalaciones y los servicios que ofrece. Una tercera parte de lo previsto será para pavimentar la playa. Los 200.000 euros restantes los invertirán en adaptar a la nueva normativa su gasolinera, que pronto dispondrá también de surtidor de gasolina y AdBlue.
“Siempre queremos darle el mejor servicio que sea posible al socio. Por eso estamos abiertos a todas las propuestas que nos hace”, justifica Calleja. “El precio no es el mejor, pero compensa habiendo kilos”, se consuela.
Valle Esgueva gestiona cada año entre 12 y 13 millones de kilos de cereal, según sea la cosecha. Vende tres millones de kilos de abono, además de facilitar otros servicios para que el cooperativista asegure siempre la rentabilidad de la explotación. Y siempre empeñados en no perder de vista ninguna posibilidad que les permita mejorar en el trabajo.
Al igual que la campaña pasada, las instalaciones permanecen abiertas de ocho de la mañana a ocho de la tarde, y los domingos hasta el mediodía. De este modo el socio no está obligado a guardar el grano en su era o su nave hasta el día siguiente y puede almacenarlo según lo cosecha.
La nueva seleccionadora de grano, que ha posibilitado pasar de un millón de kilos de semilla seleccionada a más de tres, la entrega de gasóleo B a domicilio, la abonadora, venta de herbicidas y de semillas R1 y R2 –sin olvidar la comercialización de la producción de cada socio- son algunas de los beneficios que procura formar parte de Valle Esgueva.
Tecnología puntera
Así, ya van a dar un gran paso adelante para disponer de información y previsiones meteorológicas que utilizarán en la gestión de los cultivos. La cooperativa cuenta con una estación agrometeorológica de Sencrop e instalarán cuatro más en los terrenos de su influencia. Valle Esgueva se encargará de la gestión de esta tecnología y facilitará al socio toda la información que proporcione.
Las estaciones de Sencrop posibilitan organizar el trabajo agrario después de conocer la pluviometría, temperatura, humedad del aire, la velocidad del viento -actual y prevista- en cada parcela. Con la información fiable y local en la mano, el agricultor podrá tomar la decisión correcta sobre cuándo y cómo aplicar fitosanitarios, sembrar, regar, etc.
Un valor añadido es que el profesional del campo de Valle Esgueva tendrá acceso con esta tecnología al historial de las condiciones meteorológicas pasadas para efectuar el seguimiento y, además, comparar los datos por años. De esta forma, con Sencrop, le será posible analizar, comparar y sacar conclusiones para aplicarlas más adelante. “Si no llueve ya puedes hacer lo que quieras, que va a dar igual, pero tener información es fundamental”, razona Calleja.
Todos conectados
“Nuestro negocio está al aire libre… Por ejemplo, en viñedos de Francia encienden lámparas o riegan algo cuando prevén que va a helar para evitar daños”, comenta el presidente de la cooperativa. En Valle Esgueva manejan tal diversidad de cultivos -cereales, legumbres, garbanzo, pistacho, viñedo, patata, remolacha…- que es vital la planificación, siempre a partir de los datos científicos sobre qué fenómenos meteorológicos han sucedido y cuáles son las previsiones del tiempo.
Hacía ya tiempo que estaban vivamente interesados en optimizar el resultado de sus tareas agrícolas, así que recabaron información sobre las estaciones agrometeorológicas para decantarse por los sistemas de Sencrop. Tiene una ya instalada en la cooperativa y, a corto plazo, colocarán cuatro más en diferentes pagos. El socio que quiera una específica para él puede encargar esa gestión a través de Valle Esgueva. El resto de cooperativas de Castilla y León también puede solicitar una prueba gratuita a Sencrop durante dos meses y sin ningún compromiso posterior.
Todos los cooperativistas pueden conectarse para ver el estado de cada finca desde su teléfono, de manera directa, y con otros dispositivos. Lo tendrá de esta manera todo bajo control sin necesidad de desplazarse hasta cada lugar en el que tenga los cultivos.
Un socio comprometido
En Valle Esgueva hacen un llamamiento reiterado a que el socio ejerza su compromiso como cooperativista, siendo un agricultor que no traicione al grupo con el libre mercado. La cooperativa obtiene buenas medias de precios al vender las cosechas al cabo del año y asume todas las inversiones sin pedir ninguna aportación extra al agricultor asociado al proyecto.
“Si se considera cooperativista siempre repercuten en su beneficio. La Cooperativa Valle Esgueva está ahí, para lo que necesite, todo el año y todos los años”, recuerda Honorato Calleja.