La campaña de cosecha de girasol ha empezado este año antes que nunca. A finales de agosto ya había camiones cargando pipa en Tierra de Campos. Al igual que las siembras, se prevé que los trabajos se alargarán más de lo habitual debido a que hay mucha diversidad en el estado del cultivo.
Las producciones, de momento, no están siendo muy allá. José Antonio Blanco, de Sebla, pone la media en 1.200 kilos por hectárea. Tampoco está mal del todo. “Las olas de calor han hecho daño”, dice.
Y en cuanto precios, se han cumplido los peores vaticinios. El convencional y el alto oleico ya se pagan casi igual. “Casi que hay más ganas del convencional…”, comenta Blanco.
Y es que, en contra de lo que cualquier neófito pueda pensar, son productos diferentes tal como recalca José Luis Sanz, responsable comercial de Iberia Norte Euralis. Aunque ambos proceden de la pipa, no se pueden mezclar El alto oleico va destinado a fritos industriales y de hostelería. Así, la crisis sanitaria y las existencias del año pasado motivan que la demanda haya caído.
Sanz considera que faltan quince días para que se generalice la cosecha de girasol, aunque ya hay agricultores “picoteando”. Calcula que será mejor cosecha de girasol que la del año pasado.
