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miércoles, mayo 1, 2024
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El 68% de la superficie de maíz leonés tiene que rotar, pero hay pocas alternativas

La Política Agraria Comunitaria pone patas arriba al cultivo en la principal provincia productora de España

En la provincia de León, donde se han cultivado en el año 2023 unas 71.200 hectáreas de maíz para grano y para forraje, el 68% de esa superficie está en fincas en las que se ha cultivado de forma seguida tres o más años (incluido el 2023), por lo que para 2024, con carácter general, tienen que cambiar de cultivo.

Esta obligación de rotar las parcelas viene impuesta por la PAC actual, que contempla, entre las medidas de “condicionalidad ambiental reforzada”, la obligación de que todas las parcelas cambien de cultivo al menos al cuarto año.

Esta obligación no es exclusiva del maíz, pero en el resto de los cultivos, incluidos los barbechos, las fincas sin rotar en más de tres años son escasas.

La incidencia se centra en el cultivo del maíz, ya que se trata de una producción que agronómicamente no da ningún problema en siembras reiteradas, y es uno de los más rentables en la agricultura de regadío de la provincia, por lo que la práctica de este monocultivo se ha convertido en una práctica habitual en la agricultura leonesa, según Asaja.

20.000 hectáreas afectadas a corto plazo

Aunque 48.000 hectáreas llevan tres o más años seguidos de maíz, y teóricamente tendrían que rotar en 2024, algo más de la mitad de los agricultores y de la superficie, debido al ecorrégimen al que se acogieron en 2023, y a que las explotaciones de menos de diez hectáreas se rigen por normas más flexibles, tienen todavía un año más para cumplir con este requisito, por lo tanto el problema a corto plazo (año 2024) se ciñe a unas 20.000 hectáreas.

Asaja considera “una auténtica catástrofe” que haya que dejar de cultivar 20.000 hectáreas de maíz en 2024 contra la voluntad de los agricultores “tratándose de una producción de la que somos deficitarios, y no habiendo una alternativa en términos de rentabilidad equiparable”.

La lluvia limita las opciones

Además, la temporada de lluvias, que ha impedido la recolección y las siembras de cereal de invierno, ha limitado la alternativa de destinar parte de esa superficie al cultivo del trigo, como habría sido la opción más viable.

No obstante lo anterior, la reducción de las siembras en 2024 no será de las 20.000 hectáreas citadas, pues también entrarán a sembrarse de maíz fincas que ahora estaban cultivadas de remolacha, patatas, cereal, girasol u otros cultivos menores, y estas compensarán parcialmente esa superficie.

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