En un momento crucial para el sector agrícola, la iniciativa de la creación de una fundación agro impulsada por los agricultores y ganaderos a través de la Diputación de Valladolid se erige como un ejemplo de compromiso hacia el sector primario y sus principales protagonistas. Esta propuesta no solo es un salto adelante en la valoración y reconocimiento del trabajo de los productores, sino también en la construcción de una cadena de valor unida y respetuosa.
En el mundo del campo profesional, toda gira en torno a las personas y a la calidad de los servicios que ofrecen las empresas del sector. Es imperativo que se reconozca y valore la labor del productor, su esfuerzo diario y la calidad de sus productos. Ejemplos como esta fundación son necesarios para dar voz y protagonismo a aquellos que día a día trabajan la tierra y crían el ganado, destacando la importancia del ‘origen’ en todo el proceso.
Un plan estratégico del campo, elaborado por ellos, los más implicados y conocedores del sector: hombres y mujeres, profesiones del campo, empresarios que demandan respeto y reconocimiento. Contar de forma activa para garantizar su presente y futuro, ya no será una petición, será una realidad gracias a esta fundación. Es vital que todos los eslabones de la cadena alimentaria trabajen de manera coordinada y estratégica para impulsar la sostenibilidad, la innovación y la rentabilidad del sector agrícola.
Para que esta iniciativa prospere y tenga un impacto positivo es fundamental que todos los actores implicados en el sector se unan en un esfuerzo común: empresas, asociaciones agrarias, colectivos, colegios profesionales, cooperativas y diferentes estamentos administrativos deben apoyar esta fundación para fortalecer la conexión entre el campo y la sociedad.
Solo a través del intercambio de conocimientos, la experiencia compartida y la formación continua podremos encontrar soluciones a los desafíos que históricamente ha afrontado el sector agrícola. La formación y la profesionalización son pilares fundamentales para garantizar un futuro sostenible y próspero para el campo.
Esta fundación representa un paso adelante, pequeño pero muy importante, hacia la valorización del origen, del esfuerzo y del conocimiento que sustentan la agricultura y la ganadería en nuestro país. Ya es hora de poner en el tablero la pieza que siempre ha faltado: el profesional del campo, el trabajar juntos con la convicción de que un sector primario fuerte es la base de nuestra seguridad alimentaria y del desarrollo rural.
No estamos para muchas bromas.
Mucho ánimo.