Estas variedades de girasol se están pagando entre un 10 y un 30% por encima de las producciones convencionales. El Servicio Agronómico y de Cultivos de ACOR analiza las claves del cultivo, desde la preparación del terreno hasta la recolección de la cosecha
Alrededor de treinta años han pasado ya desde que se comenzara a cultivar en España girasol alto oleico -caracterizado por tener un alto contenido en ácidos oleicos-, del cual se obtiene un aceite más estable y de mayor salubridad, tal como destacan desde el Servicio Agronómico y de Cultivos de ACOR. Por este motivo, la cosecha de este tipo de girasol, en función de la producción de oleaginosas a nivel mundial, se está pagando más caro que la pipa de girasol convencional o linoleico (entre un 10% y un 30%).
A pesar de la diferencia de precios, y mientras en otros países la superficie de este tipo de cultivo va en aumento, en España la extensión de girasol alto oleico estará en torno al 20% de las siembras totales de girasol, frente al 70% que se siembra en Francia, según los cálculos de los especialistas de ACOR.
Bien es cierto que en estos últimos años el agricultor está teniendo mayor consideración por el tipo de semilla (convencional o alto oleico) que siembra, puesto que se están equiparando las producciones gracias a la mejora genética y a que realizan contratos con empresas extractoras que les garantizan una prima por el contenido oleico.
Desde el punto de vista técnico, el cultivo de girasol alto oleico, se lleva a cabo de la misma manera que uno convencional. Simplemente hay que tener en cuenta unos aspectos mínimos que difieren uno de otro y que pueden ocasionar un detrimento en el contenido de ácido oleico de nuestra producción y, en consecuencia, devaluar el importe de nuestra cosecha.
El agricultor debe obtener información del tipo de girasol que se siembra en el entorno, ya que puede producirse una disminución en el contenido de ácidos oleicos debido al cruzamiento de polen que se origina en la fecundación si hay otras parcelas de girasol convencional próximas. “Hay referencias que indican que al menos debería existir una separación mínima de 150 metros entre una parcela con girasol alto oleico y una con girasol común”, reseñan en el Servicio Agronómico y de Cultivos de ACOR.
Otra peculiaridad es que debe tenerse en cuenta en qué fechas vamos a sembrar este tipo de variedades (alto oleico), así como sus ciclos, pues la temperatura en la fase de maduración repercutirá en una mayor producción de ácidos oleicos o linoleicos. Bajas temperaturas después de la floración conllevan un impacto negativo en el contenido oleico.
Labores
Para la preparación del terreno debe hacerse un pase de chísel, cultivador pesado o vertedera. Si hay suela de labor hay que pasar el subsolador. Para la preparación de lecho de siembra conviene dar una o dos pasadas de cultivador con rastra, vibrocultor, o grada de discos.
La fertilización del girasol debe contemplarse dentro de la rotación, pudiéndose evitar el abonado de fondo, principalmente en girasol de secano, si abonamos generosamente el cultivo anterior (trigo, cebada, cultivos de regadío, etc.) para cubrir las extracciones de ambos cultivos. En ACOR aconsejan incorporar el abonado de fondo con las labores previas a la preparación del lecho de siembra. También recomiendan abonar en cobertera si las condiciones de humedad del suelo son favorables (sobre todo en regadío). Aplicar el abonado de cobertera cuando la planta tenga entre tres pares de hojas y antes de la aparición del botón floral.
En cuanto al control de malas hierbas hay varias opciones, pero las más utilizadas son en preemergencia: Fluorocloridona 25% a 2,5 litros por hectárea (no aplicar en suelos arenosos); Linuron 45% a 1 litro por hectárea combinado con S-Metolacloro 96% a 0,5 litros por hectárea; Aclonifen 60% a 2 litros por hectárea con S-Metolacloro 96% a 0,5 litros por hectárea.
Existen variedades de girasol con sistema Clearfield llamadas IMI, que son tolerantes al Imazamox, un herbicida de la familia de las imidazolinonas. Este herbicida -Pulsar 40- controla malas hierbas y también otras variedades de girasol, pero respeta las variedades IMI. Por tanto, no se deben tratar con Pulsar 40 variedades de girasol normales (variedades que no sean IMI-tolerantes), porque las eliminaría. La dosis recomendada para este herbicida es de 1 litros por hectárea de Pulsar 40 con 0,5 litros por hectárea de DASH (coadyuvante), aplicada cuando el girasol tiene al menos dos pares de hojas verdaderas (con la hierba pequeña), indican desde ACOR.
Además hay variedades con tecnología ExpressSun, tolerantes a tribenurón-Metil, principio activo de Granstar 50SX. La dosis recomendada es de 37,5 gramos por hectárea, añadiendo un surfactante específico (Trend 90 a 250 centímetros cúbicos por hectárea). Se aplicará con el girasol entre dos y ocho hojas verdaderas y sólo sobre variedades de girasol ExpressSun. Se recomienda sembrar estas variedades en parcelas con gran infestación de malas hierbas. Hay que tener en cuenta el posible efecto residual de estos herbicidas para el cultivo siguiente.
La dosis de siembra depende principalmente de la disponibilidad de agua y de la fertilidad de la tierra. La dosis o unidad de simiente contiene normalmente 150.000 semillas. La profundidad ideal de la semilla es de tres a seis centímetros (en secano hay que intentar dejar la semilla en zona de humedad). La separación entre líneas, de 50 a 70 centímetros. La fecha de siembra hay que adaptarla al ciclo de la variedad elegida, teniendo en cuenta que hay que evitar que coincida el periodo de floración con épocas de temperaturas elevadas, recalcan en el Servicio Agronómico y de Cultivos de ACOR.
Riegos
En regadío, después de dar los riegos de nascencia necesarios, deberían darse al menos otros tres. El primero se aplicará cuando la planta tenga seis pares de hojas (formación del capítulo), y el segundo debe suministrarse dos semanas antes de la floración. Durante la floración se aconseja no regar por aspersión.
La última aplicación de agua será una vez finalizada la floración, para mejorar el llenado de la semilla.
Plagas y recolección
Para controlar las infestaciones por gusanos de alambre, rosquillas, gusanos blancos se puede emplear Deltametrín. Contra el mildiu hay que tratar con Metalaxil. Para evitar los daños de los pájaros la mejor medida es evitar sembrar en zonas propensas.
La recolección se realiza con cosechadora de cereal con algunas modificaciones, y una velocidad de entre cuatro y cinco kilómetros a la hora. Lo ideal es cosechar con una humedad de 9 a 10%. Si es superior habría que secar la semilla antes de almacenarla, apuntan los técnicos de ACOR.