Los datos oficiales facilitados por la Junta hablan de una producción superior en un 2% respecto a la anterior campaña, para recoger 5,4 millones de toneladas. La superficie total sembrada ha sido de 1,8 millones de hectáreas, con más terreno dedicado al trigo que a la cebada.
Remolacha en reposo
Las altas temperaturas registradas en las últimas semanas han hecho que el cultivo de la remolacha llegue al mes de agosto con algo de incertidumbre respecto a su evolución. Si hace un mes las plantas estaban sanas y venían con el ciclo algo adelantado, el calor ha pasado factura y ha detenido el metabolismo de la planta, lo que ha interrumpido el proceso de acumulación de azúcar en la raíz. Esto podría llegar a deparar una menor polarización de la idónea.
La sanidad del cultivo es buena aunque, dado que el calor ha obligado a multiplicar los riegos, se debe estar atento ante la posible presencia de hongos. Por lo general los agricultores no aplican los mismos tratamientos preventivos que se empleaban hace una década, sobre todo en relación con los fungicidas, puesto que la remolacha ya no da los márgenes que daba entonces. Así, el agricultor consulta con el departamento técnico correspondiente y realiza la aplicación cuando surge el problema, pero no antes. También hay que estar alerta ante la posible presencia de insectos, como el pulgón o el lixus.
Castilla y León cuenta en esta campaña con 25.464 hectáreas de remolacha, lo que supone 893 menos. El descenso es poco importante si tenemos en cuenta que ACOR ha debido reducir mucho para compensar el exceso del año pasado.
El maíz, bien
Si solo dependiera del estado actual, la cosecha de maíz sería de las buenas. En Salamanca lleva entre 15 y 20 días de adelanto. Ya ha espigado y está en pleno proceso de fecundación. Las previsiones del experto de Campal son que si no hay problemas se podrá cosechar en octubre con buenos resultados.
Según la percepción de Luis de Juan, el maíz leonés ha tomado de ocho a doce días de ventaja. Nació como debía y la floración ha sido progresiva según las fechas de siembra. Todo apunta a una buena producción.
Girasol dañado por granizo
En tierras charras el girasol fue uno de los grandes beneficiados de las tormentas de junio. Presenta buen aspecto, igualado tras una nascencia perfecta, aunque ahora le vendría bien un poco de agua. En la zona burgalesa de Odarpi hay mucho girasol sembrado. Nació bien y la implantación es perfecta, pero ya reclama una lluvia que en caso de retrasarse mermará la producción de pipa.
Desde Bureba Ebro señalan, otra vez, que el cultivo está muy desigual. En las parcelas en las que germinó toda la semilla al mismo tiempo tiene un gran aspecto. Pero también hay tierras en las que ha salido en tres veces. Además, una intensa granizada ha dejado parcelas muy afectadas en Masa y entre Poza de la Sal y Briviesca.
El viñedo, con ventaja
El estado es bueno para el viñedo con carácter general, con reservas de agua adecuadas allí donde llovió durante el mes de junio. Como en otros cultivos, las plantas venían con el ciclo adelantado este año, aunque han frenado su desarrollo por las altas temperaturas, como destaca Agustín Alonso, director técnico del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero. En la comarca “la uva está bien y habrá que ver cómo evoluciona a partir de ahora”. Será fundamental que se cumplan las previsiones de un agosto algo más fresco de lo que ha sido el mes de julio.
Por el momento la sanidad es muy buena a pesar de las lluvias de junio, ya que las temperaturas superiores a los 28 grados inactivan los hongos.
En Cigales el viñedo está con 20 días de adelanto, según indica la directora técnica de la DO, Águeda del Val. La uva está sana. La vendimia para los rosados podría comenzar a primeros de septiembre, para una producción total de 9 millones de kilos de uva.
La sanidad es “perfecta” en la DO Rueda, tal como señalan desde el Consejo Regulador. Aquí también el calor y la falta de humedad ha mantenido a raya las enfermedades. La producción por parcela será similar a la del año pasado, con uva de “muy buena calidad”. La cosecha se generalizará a partir de la primera semana de septiembre con las cepas de sauvignon.