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miércoles, mayo 1, 2024
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¿Es rentable sembrar adormidera?

La compañía Alcaliber ha contratado este año 7.000 hectáreas y va regresando a la senda previa a la pandemia de 2020. El umbral de rentabilidad para el agricultor está en los 1.000 kilos por hectárea

Ricardo Ortega

La caída en la demanda de antitusivos y antigripales hizo que el año pasado Alcaliber redujera la superficie contratada de adormidera, una decisión que afectó especialmente a comunidades como Castilla y León.

Este año la compañía regresa a la senda anterior y ha contratado 7.000 hectáreas en España, respaldada por una rentabilidad casi asegurada y por la relación de confianza que siempre se establece entre sus técnicos y el agricultor.

Fernando Martín, director agrícola de Alcaliber, destaca que la suya es la única empresa autorizada por el Ministerio de Sanidad para la producción de adormidera, dado que de ella se obtienen sustancias estupefacientes.

“Es una compañía que celebró el año pasado el 50 aniversario, una empresa muy especial porque integra desde la parte agrícola hasta la venta del producto activo farmacéutico”, destaca Martín.

El agricultor Armando Caballero, a la izquierda, conversa con Fernando Martín, director agrícola de Alcaliber.

Alcaliber obtiene la semilla, que facilita al agricultor; desarrolla las variedades comerciales (dependiendo del quimiotipo que se necesite), y contrata con el agricultor. La relación con él se basa en un asesoramiento continuado y en facilitarle las cosas.

La semilla se facilita al agricultor sin coste, igual que la recolección y el transporte de lo cosechado. Por parte del agricultor corren la preparación del suelo, el riego, los fertilizantes y los tratamientos.

La siembra arranca en Toledo a mediados de enero, continúa en Albacete y Ciudad Real, y sigue en Castilla y León. En esta comunidad suma 1.500 hectáreas y abarca una zona muy amplia, desde las vegas hasta los páramos de Palencia o León.

La recolección empieza a finales de junio en Toledo y finaliza a mediados de agosto en Castilla y León, cuando finaliza un ciclo agronómico de apenas cuatro meses.

En el caso de Castilla y León, ha habido una lluvia mantenida en el tiempo durante todo el invierno, que ha llevado a un estado del suelo que no era el idóneo. “Afortunadamente la adormidera es un cultivo muy laxo, muy flexible, que se adapta a las circunstancias: a fechas de siembra muy variadas y a estados de suelo que no son los idóneos”, señala Fernando Martín.

“La clave va a estar en cómo venga la primavera y en cómo se comporten los meses de mayo y junio, que son los que marcan la producción”, recalca.

El servicio técnico, clave

El servicio técnico de Alcaliber es muy valorado por el agricultor porque en los primeros estadios del cultivo el técnico no deja de visitar al productor. “El objetivo no es ir a la máxima producción, sino a la máxima rentabilidad para el agricultor”, subraya Martín.

Toda la superficie de adormidera que se cultiva a nivel nacional es en regadío ya desde el año 2014. Las necesidades hídricas dependerán de cómo venga el año, en torno a 2.500-3.000 metros cúbicos por hectárea.

El año pasado un tercio del agua se gastó en la nascencia, que fue complicada. Este año en Castilla-La Mancha ha habido muchas fincas donde no ha hecho falta realizar riego de apoyo, mientras que en las demás los riegos han sido muy bajos. “Eso es muy importante para un país como España, en el que es muy importante maximizar la eficiencia”, señala el responsable de Alcaliber, “y gracias a esa primavera más fácil podremos usar el agua cuando más hace falta: final del entallado, floración y momento de cápsula verde”.

Un cultivo valorado

Son numerosas las ventajas de la adormidera para el productor, a pesar de que se haya excluido del listado de cultivos mejorantes en la nueva PAC. “La realidad es que el agricultor valora la adormidera porque solo cosecha la cápsula y diez centímetros de tallo. El resto son nutrientes que se incorporan bien al suelo”, apunta.

El itinerario del cultivo es muy fácil de seguir por los agricultores. “Fitos muy parecidos al cereal, como un herbicida de preemergencia. A partir de ahí antigramínea, contra hoja ancha… A veces fungicida o insecticida, aunque no es lo normal porque las semillas vienen tratadas con insecticida”, recalca. El cultivo entra muy bien en las rotaciones.

Rendimientos

La producción depende de la variedad sembrada, entre 2.000 y 3.000 kilos por hectárea. “Una media a la que pueden llegar cualquiera son los 2.600 kilos”, recalca Fernando Martín. Son cinco familias de variedades y lo que hace Alcaliber es llevar las mejores variedades a la zona de cultivo más adecuada, siempre atendiendo las necesidades expresadas por los clientes.

Todos los agricultores firman un contrato de compraventa de futura cosecha, en el que se reflejan los datos catastrales de la finca. “Todos los contratos deben estar autorizados por el Ministerio de Sanidad”, advierte.

Para sembrarla hay que dirigirse a los técnicos de Alcaliber. Se analizarán el suelo, las condiciones del contrato, los herbicidas del año anterior que puedan ser limitantes… y evaluar cuestiones propias del cultivo, como la presencia en el historial de la parcela de amapola roja, “que al ser familia no se puede erradicar mediante herbicidas”.

Un seguimiento riguroso

El agricultor de Alaejos (Valladolid) Armando Caballero conoce muy bien la adormidera, que ha cultivado durante varios años. Se trata de un cultivo “sencillo” gracias al personal técnico de Alcaliber, “que nos acompaña en todo momento con un seguimiento muy riguroso”.

El riego es fácil de llevar, ya que el cultivo “tiene unas necesidades hídricas de apenas 20 días en los que, si aprieta el calor, los riegos deben ser, más que abundantes, continuados”. “Si la temperatura es adecuada será suficiente con mantener la humedad en el suelo, pero lo habitual en Castilla y León es que, en años calurosos, tengamos esa alta evapotraspiración, con aportes de agua más altos”, subraya.

Los números salen cuando se superan los 1.000 kilos por hectárea. “Ese es el umbral de rentabilidad”. Con la ventaja de conocer el precio de venta antes de sembrar. “No estás sujeto a la ley de la oferta y la demanda o al precio que fije una lonja”, destaca.
Caballero recomienda suscribir un seguro contra incendio y pedrisco, puesto que “cuando el cultivo está seco la piedra puede tener efectos tremendos”.

El agricultor Borja Vara.

Preparación del terreno

Borja Vara es agricultor y realiza labores para terceros. Ha sembrado en Alaejos a 2,2 kilos por hectárea, “con una profundidad mínima para asegurar una germinación y una nascencia óptimas”. A veces se siembra a 1,9 kilos. La semilla de la adormidera es muy pequeña, por lo que la preparación del terreno “es capital”.

Se siembra con una máquina que se emplea también para cereal, colza, mijo… “El manejo de la semilla es peculiar; hay que tener cuidado con el viento y con la dosificación. Por eso hay que escoger bien la máquina que permita sembrar en condiciones óptimas”, recalca.

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