Los costes de producción y el recuerdo de la campaña pasada pueden hacer que la superficie de cultivo caiga de forma drástica. Nadie sabe hasta dónde llegará esa reducción, en qué porcentaje, y esa cifra va ser fundamental para la configuración del año agrícola: de ella va a depender cuánto se dedicará a otros cultivos, e incluso cuánta agua, energía e insumos va a consumir el campo de Castilla y León.
El mejor lugar para tomar la temperatura del sector está ahora mismo en los productores e importadores de semilla. El palentino Alfonso Alonso preside la Asociación de Productores de Patata de Siembra, APPSE, y prevé una caída importante del cultivo. “Depende de las decisiones que adopten muchas personas de forma individual”, apunta.
Los pedidos de patatas de siembra van muy retrasados, con pocas operaciones cerradas, aunque es fácil predecir que el agricultor se dirigirá cada vez más a patata de industria y de lavado, que irá desplazando a la de saco. Al hilo de esta previsión, Alonso reflexiona: “España importa al año 700.000 toneladas de patata de consumo, la mayor parte para lavado. En España no hay tanto suelo apto para este tipo de patata, pero en todo caso el productor español tratará de concentrar la producción en este producto”.
Plantar diferentes variedades, y certificadas
José Ignacio Garcés, uno de los impulsores de la web patatadesiembra.es, apunta que habrá una tendencia a la baja en la superficie de plantación. “Las grandes cooperativas coinciden en que las circunstancias actuales desmotivan a los agricultores de Castilla y León, donde se estima una bajada de superficie superior al 15%”, apunta.
En cuanto a la sanidad del tubérculo, recomienda no perder de vista el criterio fundamental para evitar problemas y favorecer el correcto desarrollo del cultivo: “Siempre hay que utilizar semilla certificada”. En todo caso, “pensamos que plantar una única variedad de patata es un error. Si algo hemos aprendido durante todos estos años es que en el campo las matemáticas no siempre funcionan.
Muchas veces nos encontramos con realidades que no hemos podido anticipar y que han complicado el desarrollo de los cultivos y su comercialización. Es por ello que a la hora de planificar los cultivos deberíamos tener en cuenta todos los escenarios posibles”.
Resistencia a la sequía
En ese proceso, hemos de hacer la elección que mejor se ajuste a nuestras necesidades. De ello puede depender el éxito de la campaña, “especialmente en los años de mercado incierto”. Para hacer una elección adecuada intervienen diferentes variables, como la fecha de siembra, el mercado al que va dirigida la producción o las condiciones del terreno.
Este año en concreto, además, “deberíamos tener en cuenta su resistencia a la sequía, ya que se avecina una campaña con problemas en este sentido”. Algunas variedades que mejor se comportan ante déficits hídricos son Spunta, Lotus, Kennebec y Fontane.
La variedad Colomba no es particularmente resistente al calor y la sequía, “pero estamos seguros de que su precocidad y popularidad en Castilla y León la convierten de nuevo en una de las más demandadas”.
Junto a ella, en el mercado de lavado y con ciclo corto se encontrarán variedades como Soprano y Actrice. “Por lo que hemos podido comprobar, los problemas de virosis de la campaña pasada con la variedad Monalisa no tendrán consecuencias sobre su demanda este año: se mantiene como una de las variedades más populares gracias a su polivalencia entre el mercado de lavado y de procesado”, apunta Garcés, que define a su web como “punto de encuentro informativo dirigido a todos los profesionales que se dedican al mercado de la patata en España”.
En lo referente a la industria de frito, los “titulares indiscutibles” serán de nuevo Agria, Hermes y Lady Amarilla. Como novedades para este mercado de industria se puede destacar Red Sky, una “prometedora” variedad moderadamente temprana, de piel roja y carne amarilla clara que ha obtenido muy buenos resultados en las pruebas que se han realizado, recuerda el experto en patata de siembra.
Una campaña “muy retrasada”
Mónica Ortega, responsable comercial de Germicopa, destaca que en el sur de la península ha finalizado la campaña de siembra. En Sevilla ha caído la superficie por culpa de la mala campaña anterior, pero sobre todo por la falta de agua. La Región de Murcia, salvo las zonas más próximas al mar menor, presenta una situación más estable.
Al mismo tiempo, la campaña va “muy retrasada” en Castilla y León. El año pasado la superficie cayó entre el 6 y el 7%, de modo que este año la reducción no puede ser mayor del 10%, “aunque nadie lo sabe”. Hay descontento porque el agricultor “se plantea sembrar sin saber si le van a comprar su producción, en función de unas exigencias muy difíciles de evaluar y también muy difíciles de conseguir en el campo, donde siempre va a haber patatas con algún problema de apariencia”.
También hay que tener en cuenta el incremento de los costes de producción y la competencia que suponen otros cultivos menos exigentes, y que este año tienen precios interesantes. Por segmentos, las cifras de ventas al público demuestran que el sector de la alimentación sigue vendiendo patata, lo que no va a cambiar. “Cosa diferente es el caso de la hostelería, que representa una parte de la demanda con una evolución sujeta a la incertidumbre”. La situación sanitaria no ayuda.
Ortega recomienda al agricultor que se coordine con el operador a la hora de planificar las siembras, aunque Germicopa siempre estará junto al productor para aclarar cualquier duda en relación con las variedades más adecuadas para el tipo de suelo, la fecha de siembra o el futuro destino del producto. De sus variedades, destaca este año la demanda de Noha, una variedad de carne blanca y calibres homogéneos que mejora sus cifras de ventas con respecto al año pasado.
Al mismo tiempo, Daifla y Kelly son otras variedades de carne blanca que se están demandando, y que tras la cosecha se destinarán a zonas como Galicia o Barcelona. También destaca la demanda de Yona, una variedad de piel roja muy productiva y de calibres homogéneos. “Tiene una resistencia muy alta a mildiu y ofrece cualidades excelentes para, por ejemplo, las patatas fritas caseras”.