Está por ver cómo afectará el frío de diciembre a los cereales en Castilla y León, pero en el caso de la colza ya se ha alcanzado un grado de desarrollo suficiente. El agua de finales de noviembre le ha venido muy bien, y en general las heladas han tardado en producirse.
Desde Agroseguro se apunta que ha habido colzas que han dado parte de no nascencia, pero se trata de apenas 230 hectáreas, la décima parte que otros años.
En muchos casos se trata de agricultores que sembraron tras las primeras lluvias, con una semilla que germinó pero cuya planta no pudo desarrollarse después por falta de agua. También ha habido agricultores que han retirado el parte del seguro por las nuevas lluvias. “La colza es para nosotros la mejor brújula, y este año nos indica que la cosa va bien”, apunta José Ignacio García Barasoáin, delegado territorial de la entidad.
Roberto Real, de Torrelobatón (Valladolid), destaca que estamos ante un buen año para la colza. Ha llegado a diciembre con un desarrollo suficiente, de modo que ahora solo queda ‘tocar madera’ para que no hiele en mayo, cuando la planta florece y es más vulnerable a los hielos.
En el entorno de la cooperativa Odarpi las primeras colzas que se sembraron nacieron muy bien. En la segunda tanda tardó en llover y se ha perdido mucho, de modo que algunas de esas parcelas se acabarán destinando a girasol o a cebada.
Cuidado con el herbicida anterior
José Ángel Cortijo, de Fertiberia, apunta que el cultivo está “espectacular”, pero que en algunas ocasiones se ven errores que se podían haber evitado. Como en algunas parcelas en las que se aprecia que la planta está afectada por el herbicida empleado en el cultivo anterior.
Son colzas que podrían salir adelante, en función de las circunstancias, como la variedad escogida, “pero en todo caso esto nos recuerda que las decisiones que adoptamos sobre rotaciones tienen que basarse en qué hemos hecho antes en cada parcela”, subraya.
Héctor Arroyo, de Ataquines, ve las colzas algo tempranas y podrían tener problemas si cae una helada, por ejemplo, a finales de abril. Es lo que le sucedió el año pasado, con la colza en flor y una helada que dañó la planta.
El perito de Agroseguro le valoró los daños en un 28%. “Es la demostración de que los cultivos tienen que estar acordes a su ciclo, porque son vulnerables”, subraya.
