En todo caso, será en el mes de abril cuando se diga la última palabra, con unos productores que aún pueden inclinarse por el tubérculo si perciben que las lluvias han cambiado el panorama.
Algunas fuentes, como COAG, apuntan a una superficie de cultivo de 16.000 hectáreas, a bastante distancia del umbral de las 20.000, que fijan una barrera más que psicológica: desde la Junta se ha señalado en más de una ocasión que por encima de esa superficie se han producido situaciones de colapso del mercado y crisis de precios.
La patata podría reducirse a 16.000 hectáreas en Castilla y León, según COAG
En este caso tampoco se puede perder de vista la invasión de Ucrania, tercer productor de patata del mundo, con unos 22 millones de toneladas, pero también tradicional importador de este alimento. Hay que tener en cuenta que la población del país es similar a la de España y que la agresión rusa ha obligado a un quinto de la población a abandonar su residencia.
En Castilla y León, contrasta la reducción general de superficies con un aumento por parte de los proveedores a compañías como Mercadona. Juan Manuel Coello, director de Operaciones de Patatas Meléndez, señala que los colaboradores de la compañía ya han finalizado la primera ronda de siembras, la correspondiente a las variedades tempranas, y que la labor continuará a lo largo de todo el mes de abril.
La patata temprana ya se ha sembrado, pero queda el mes de abril para la más tardía
Queda pendiente más de la mitad de las siembras y de forma global se puede adelantar un ligero incremento en la superficie de cultivo, “a pesar de la incertidumbre”, lo que Coello atribuye a una forma de trabajar basada en establecer planes a medio y largo plazo.
“La clave está en aportar seguridad al agricultor y nosotros planificamos al máximo, desde fecha de siembra hasta variedades y destinos”, destaca.
La sensación generalizada es que la superficie de patata caerá en Castilla y León en torno al 5 o el 10%, una caída que afectará sobre todo a los agricultores que acuden al mercado libre.
El tubérculo andaluZ va adelantado: no cabe prever solapamientos con el arranque en Castilla y León
Meléndez ha actualizado los contratos con el agricultor, amoldando las condiciones a la escalada de precios y a otra serie de circunstancias que afectan al cultivo. El precio que recibe el agricultor tendrá que ver con la fecha de arranque, con la variedad y con factores como los rendimientos por hectárea. “Es el modelo que convence al agricultor, lo que este año nos va a permitir superar las 1.200 hectáreas en Castilla y León”, subraya Coello. En zonas como Andalucía las siembras han sido algo adelantadas, por lo que no cabe pensar en un solapamiento con la campaña de Castilla y León. Abril va a ser importante para conocer la evolución del cultivo, que por el momento se encuentra sano y con un problema de escasez de agua que se ha atenuado con las lluvias de marzo.