Las comunidades de regantes con representación en Ferduero coinciden en el “hartazgo y la impotencia” que les produce la “falta de relación, comunicación, colaboración y diálogo con la Confederación Hidrográfica del Duero”, según se quejan desde la asociación en nota de prensa. Añaden que la CHD “ni escucha sus quejas, ni visita las comunidades de regantes para comprobar in situ sus problemas, ni atiende sus peticiones de reuniones y que, además, ralentiza hasta límites insoportables cualquier trámite o expediente”.
Esta es la sensación generalizada que salió a flote el jueves pasado durante la junta de gobierno y la asamblea general que celebró la asociación de comunidades de regantes castellanoleonesa. Son muy críticos respecto a que los convenios, encomiendas de gestión, modificaciones de características, solicitud de claves de acceso al catastro, problemas administrativos y de funcionamiento de las comunidades y otras cuestiones relacionadas con la explotación “duermen el sueño de los justos y no se les ve avance alguno pase el tiempo que pase”. “Hasta resulta complicado comunicarse telefónicamente con la mayoría de los responsables de la CHD”, aseguran.
Afirman también que “cuando por fin resulta posible celebrar una reunión, no sirve normalmente para nada, porque el único resultado son buenas palabras y promesas que rara vez llegan a cumplirse. Nunca se establecen ni objetivos, ni plazos, por lo que la parálisis es total”.
Para los regantes, “la gota que colma el vaso” se puede ver en la revisión del Plan Hidrológico, en la que “no se tienen en cuenta para nada los intereses de los regantes”. En el mismo comunicado manifiestan que ya no tienen “confianza alguna en el organismo de cuenca, dado el incumplimiento en la ejecución del programa de medidas incluido en el plan vigente”. “Está claro que el Ministerio para la Transición Ecológica vive en otra realidad, pero cabría esperar que la confederación, más cercana al territorio, se preocupara más por dar solución a las necesidades de los usuarios, pero no es así”, prosiguen.
Si la situación no cambia, la postura de los regantes seguirá siendo contraria a la aprobación del Plan Hidrológico, y estudiarán otras medidas de presión ante la CHD, como pueden ser la convocatoria de movilizaciones y negarse a hacer frente al pago de los cánones y tarifas.
Además, en Ferduero -138 comunidades de regantes asociadas que agrupan 246.110,04 hectáreas- consideran “fundamental” volver a dar un impulso a la modernización de los regadíos desbloqueando la tramitación ambiental de los proyectos de las comunidades que ya tienen convenios firmados y que tienen que tener ejecutadas sus obras antes del 31 de diciembre de 2023. Reclaman asimismo que el Consejo de Ministros encomiende las obras incluidas en los Presupuestos Generales del Estado del Ejercicio 2021 para poner en marcha todos los trámites necesarios.
En tercer lugar, quieren conocer la financiación y las condiciones a tener en cuenta para aquellas obras que puedan acogerse al Plan de Reconstrucción, Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea. Todo ello combinado puede ayudar a cumplir el objetivo de modernizar las casi 80.000 ha que están en lista de espera en Castilla y León. Desde Ferduero demandan al MAPA, a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural y a Seisa que “de manera urgente den todos los pasos necesarios en pro de la consecución de esta meta tan deseada por las comunidades de regantes”.