José Ignacio Garcés. PatatadeSiembra.es
Es pronto todavía para confirmar si en zonas como Castilla y León se producirá una reducción de superficie sembrada, aunque todo apunta a que así será. Una reducción menor de lo que se esperaba hace unos meses.
Esperemos que, al contrario que en la campaña previa, los buenos rendimientos puedan suplir esta reducción de la superficie utilizada.
Si el tiempo lo permite, los productores tienen motivos para mostrarse esperanzados con la actual campaña. El ánimo de los agricultores ha mejorado mucho desde el inicio de la campaña.
Siembras en zonas tardías
Las siembras que se inician en zonas más tardías lo hacen en un escenario bastante positivo. Un escenario que estará marcado por (1) una promesa de fuerte demanda de patata desde Europa, debido a los problemas de conservación y a los bajos rendimientos de la pasada campaña; (2) unos precios altos que darán continuidad a los de la campaña anterior, asegurando la rentabilidad de los productores; (3) unos contratos de industria nacional muy bien cotizados; y por último, (4) la ampliación en cuanto a las variedades comercializadas por los grandes distribuidores, facilitando la entrada al mercado de las jóvenes variedades más prometedoras.
En lo referente a las variedades de patatas, tras los problemas encontrados en la pasada campaña, se aprecia una tendencia alcista en la búsqueda de variedades más resistentes a las altas temperaturas y a los déficits de agua.
También están muy bien valoradas las variedades denominadas ‘low input’, es decir, las variedades que requieren de un menor aporte de sustancias para garantizar su correcto desarrollo, reduciendo los costes de las plantaciones sin perjuicio de la calidad y cantidad de la cosecha.
Siempre es recomendable jugar con más de una variedad de semilla para reducir los riesgos de las producciones.
Desde el blog patatadesiembra.es siempre insistimos en la necesidad de diversificar en cuanto a las variedades de patata elegidas. Diversificar en variedades significa manejar diferentes ciclos, diferentes salidas comerciales, diferentes resistencias ante problemas que puedan surgir durante el desarrollo de los cultivos. En definitiva, diversificar en variedades minimiza los riesgos de los productores.
Las mayores amenazas vendrán del cielo
Todos los expertos en climatología han confirmado que nos movemos hacia un escenario en el que cada vez será más frecuente encontrarnos con meteorología extrema. Danas, sequías, inundaciones, calor extremo, heladas a destiempo… Vienen siendo los ingredientes habituales de las últimas campañas y que están dañando gravemente las cosechas de muchos productores de nuestro país. Lo peor de todo, es que ante estas inclemencias es muy difícil luchar.
Es necesario poner el foco en las variedades más resistentes, ajustar los calendarios de siembra para tratar de minimizar los efectos de estos eventos, así como elegir nuevas zonas de cultivo donde puedan evitarse estos fenómenos.
La calidad de la semilla es excelente
Una semilla de calidad es fundamental para obtener cosechas exitosas, y este año, las condiciones climáticas han favorecido la obtención de semillas de muy buena calidad. Tanto a nivel nacional como europeo. Con especial mención a la semilla de origen holandés.
Además de la buena calidad en referencia a virus y demás enfermedades, hay que destacar que los calibres no son demasiado grandes esta campaña. Por lo que existe más disponibilidad de calibres pequeños, que son los generalmente más demandados.
Sarna común
El mayor problema de calidad que deberíamos encontrar este año en la semilla es el relacionado con la sarna común. Es cierto que en algunas zonas de producción de semilla se han reportado bastantes casos de esta enfermedad. Una enfermedad que no es crítica para los cultivos, pero puede provocar la desclasificación de algunos lotes por superarse los umbrales establecidos por la directiva europea de certificación.
En algunos casos hemos sido testigos del rechazo de algunos camiones de variedades tan consolidadas como soprano en la región de Cartagena por un porcentaje elevado de sarna. Pero como decimos, la sarna es uno de los menores males que puede aparecer en la patata de siembra. Tal vez, preocupe más a los agricultores el aumento de precio de muchas de las variedades de semilla.
Incertidumbre en las zonas tempranas
Ya han pasado unos meses desde que se inició en España la campaña de siembra 2022-23 y todavía no es sencillo hacer una predicción acertada sobre su desarrollo. Lo que podemos hacer con certeza es un resumen de lo acontecido hasta la fecha, y en base a eso, tratar de aventurarnos en predicciones para la mayor zona productora de patata de España: Castilla y León.
La campaña arrancó, como no puede ser de otra manera, con mucha incertidumbre en las zonas tempranas. Incertidumbre justificada principalmente por la escasez de agua en muchas zonas de España. Fue Andalucía la más castigada en este sentido. Pero la falta de agua no ha sido el único motivo que ha provocado las dudas en los planes de los agricultores ni la fuga de muchos patateros hacia otros cultivos.
¿Qué decisión tomar?
Los elevados costes de producción junto a la mala experiencia de la campaña anterior, en la que muchas explotaciones perdieron sus producciones a consecuencia de los calores extremos, han provocado el cambio de rumbo de muchos productores de patata.
Por todo ello, las predicciones iniciales de la campaña de siembra 2022-23 eran bastante pesimistas. Muchos auguraban enormes reducciones. Pero los excelentes resultados de las segundas cosechas, gracias a las suaves temperaturas del tercer trimestre del año, motivaron las primeras siembras de la campaña. Siembras que vinieron acompañadas de las esperadas lluvias.
Desde diciembre hasta la fecha, se han recogido más de 10.000 hm3 de agua en los embalses de España, mejorando la situación de las reservas hídricas. Pese a ello, nos encontramos muy lejos de considerar superada esta situación de ‘sequía de larga duración’ en España, como la denominan los expertos de la AEMET.
¿Cuánta patata de siembra se ha comprado?
Las zonas tempranas de siembra han cerrado sus siembras mejor de lo esperado inicialmente pero, aun así, la superficie de siembra se ha visto reducida nuevamente. Es difícil cuantificar esta reducción, pero se estima que se sitúe en torno a un 5-10%.
En la campaña anterior se produjo una disminución en la superficie dedicada al cultivo de la patata. Además, debido a las dificultades climáticas, el rendimiento de los cultivos fue inferior a lo habitual.
En base a las cifras oficiales de la Organización Neerlandesa de Patata, una de las fuentes de información más utilizadas y fiables para medir la tendencia de las siembras en España, el volumen de semilla exportada a España desde Holanda se ha reducido de manera no significativa respecto la campaña anterior.
Habría que consultar los datos de las patatas de siembra con origen francés y belga para hacernos una mejor idea de la situación, pero normalmente las cifras de exportación hacia España de los países productores de semilla europeos suele estar bastante coordinada. Por lo tanto, dichos datos nos confirman una reducción de las siembras, pero bastante tolerable.