Las energías renovables supondrán la intervención en 21.842 hectáreas de riego, con una producción anual de 21.300 megavatios/hora: el equivalente al consumo eléctrico de 6.000 viviendas. Permitirá reducir las emisiones de CO2 en 8.255 toneladas anuales
El fututo de la agricultura pasa por el regadío, pero este solo será competitivo si los discursos a favor de la eficiencia se convierten en realidad. El Programa de Eficiencia Energética en los Regadíos persigue tres objetivos: reducir el consumo energético, disminuir el coste de la energía y favorecer la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Cuenta con un presupuesto de 19 millones de euros hasta el año 2023, aunando esfuerzos con las comunidades de regantes implicadas. El precio de la energía ha tenido constantes incrementos y dado que el coste medio que supone un cultivo de regadío con un consumo medio de 5.000 m3/ha es de 203 euros/ha, el objetivo es conseguir la mayor eficiencia energética posible. El programa cuenta con una serie de líneas y objetivos:
Energías alternativas
En este apartado la consejería pondrá el foco en los regadíos colectivos con comunidades de regantes (CCRR) para que su competitividad se independice de los precios de la energía eléctrica. Se realizará mediante convenios entre las CCRR y el Itacyl, que será el que ejecute las obras y serán financiadas al 50% por ambas partes.
Dentro de esta línea se han programado ocho actuaciones para un total de 21.842 hectáreas, con una producción anual de energía estimada de 21.300 megavatios/hora.
Las actuaciones se realizarán en las comunidades de regantes Canal de la Maya (Salamanca), Pisuerga, Soto del Cerrato y Becerril del Carpio en Palencia, Toro-Zamora (Zamora), y Tordesillas, Castronuño y Valoria la Buena en Valladolid.
Estos proyectos suponen una reducción de gases de efecto invernadero (CO2) de 8.255 toneladas/año, lo que puede suponer una reducción en el consumo eléctrico de hasta el 40% (unos 60 euros por hectárea).
Nuevas técnicas y sistemas de riego
En este apartado se van a poner en marcha varios ensayos en riego por baja presión en tres cultivos representativos de Castilla y León como son la remolacha azucarera, la patata y el maíz, para analizar la repercusión sobre el rendimiento y calidad de la cosecha con dos niveles de presión de riego. El estándar de 3,5 kg/cm2 frente a 2 kg/cm2. Esta línea de trabajo puede suponer una importante reducción de la factura eléctrica, entre un 20% y un 30% de la potencia contratada (unos 20 euros por hectárea).
Riegos con presión natural
Esta línea busca el diseño óptimo de instalaciones donde se pueda utilizar, al máximo, la topografía del terreno para llevar el agua a la cota necesaria para asegurar la presión de consigna en la red con el nulo o mínimo aporte de energía eléctrica externa. Supondrá un ahorro medio sobre los costes totales del cultivo del 12% (unos 200 €/ha).
Tecnología al servicio del regante
Aquí entra en juego una de las principales áreas que el Itacyl seguirá desarrollando para mejorar la eficiencia de las explotaciones de regadío, como son: las líneas de trabajo de posicionamiento por satélite, la agricultura de precisión, los sistemas de información geográfica, la teledetección, los servicios de asesoramiento al regante y la propia ciencia del suelo.
En este capítulo se contemplan cinco submedidas:
Servicios de asesoramiento al regante para que los agricultores minimicen el coste energético derivado del riego por presión. Para ello se podrán aprovechar del desarrollo de una nueva web de Inforiego, pudiendo mejorar el diseño de proyectos que incrementen la eficiencia de los sistemas de riego a través de la monitorización y telecontrol, ajustando la potencia demandada al consumo real en cada periodo.
Proyecto FaST para un uso sostenible de fertilizantes requerido en la nueva PAC. Se trata de una herramienta digital, gratuita, que proporcionará a los agricultores información detallada sobre las parcelas seleccionadas, incluidos los cultivos, la cantidad de animales y la cantidad de estiércol que generan.
Participación en el proyecto AGROgestor. Se trata de una herramienta que se está probando a nivel internacional enfocado al asesoramiento de precisión a nivel de parcela agrícola en variedades, fertilización, eficiencia de riego, plagas y enfermedades e indicadores de sostenibilidad. Incorpora la información precisa y actual disponible en meteorología, edafología, teledetección y conocimiento fitotécnico de los cultivos integrados. Se va a ensayar la herramienta con 100 parcelas en la CR de Tordesillas.
Proyecto ‘Monitor Miranda’. Consiste en el desarrollo de herramientas para usuario de campo que permitan a través del teléfono y el PC consultar la evolución de parcelas e informar sobre diversos eventos que ocurran en ellas.
Ciencia del suelo. Información edafológica de los suelos de la Comunidad. El Itacyl tiene recopiladas más de 13.000 muestras con georreferenciación y otras 14.000 a nivel de parcela para ayudar a los usuarios a realizar una gestión eficiente y sostenible de sus cultivos, entre las que se encuentran las necesidades hídricas. Se incorporarán otras 7.000 muestras de suelos en los próximos dos años principalmente en la zona de León y Palencia.
El sistema de tarifas
Para el subdirector de Itacyl, Rafael Sáez, el enorme esfuerzo que están acometiendo los regantes por modernizar sus sistemas de riego ha estado acompañado por una modificación del sistema de tarifas eléctricas, “que desgraciadamente ha supuesto un incremento muy importante de los costes de la energía eléctrica en los regadíos”.
Desde el año 2008 la factura eléctrica ha subido continuamente, fundamentalmente los costes fijos, puesto que el término de potencia se ha incrementado, “lo que supone un incremento de los costes de la energía en más de un 50%”.
Por otra parte, la factura se podría incrementar nuevamente en porcentajes importantes, como consecuencia de la nueva metodología para el cálculo de los peajes de transporte y distribución de electricidad, ya que se incrementan los periodos más caros (P1 a P4), en detrimento de los más baratos (P6) en las épocas de máxima necesidad de riego. Por tanto, la optimización del consumo de energía en los regadíos “es una firme apuesta de la consejería mediante la utilización de nuevas tecnologías y la introducción de energías alternativas”.
Dentro de la Línea A del plan, relativa a las energías alternativas, se persigue la instalación de parques fotovoltaicos para abastecer los regadíos ya modernizados. “Se busca reducir la dependencia de los suministros energéticos tradicionales”, recalca.
Otra línea incluye ensayos de riego a baja presión en remolacha azucarera, patata y maíz. Para Sáez, “se buscan soluciones técnicas que permitan un ahorro de energía mediante la reducción de la presión en boquilla, para así reducir la potencia de la instalación y por tanto el consumo”. En concreto, se pretende analizar la repercusión sobre el rendimiento y calidad de la cosecha con dos niveles de presión de riego, el estándar de 3,5 kg/cm2 frente a 2 kg/cm2.
El desarrollo de esta línea incluye la realización de ensayos de investigación de baja presión de riego, que se realizarán durante 3 años consecutivos en los cultivos de patata y remolacha (2020-21-22).