Por ese motivo, y con la intención de respaldar a los agricultores afectados, se considera conveniente reponer los árboles afectados como consecuencia del arranque realizado para minimizar los daños producidos. Para ello se ponen en marcha estas ayudas, con una dotación presupuestaria de 120.000 euros, que se podrán solicitar hasta un mes después del día siguiente a su publicación en el BOCyL.
Esta convocatoria busca apoyar a los titulares de explotaciones de frutales de pepita (manzano, peral y membrillo) de Castilla y León que se hayan visto obligados a la destrucción de plantas con síntomas de fuego bacteriano. Estas ayudas están destinadas a la reposición cuando esta se produzca en menos de tres campañas desde que se ejecutó el arranque.
La reposición de los árboles podrá hacerse con la misma especie que se arrancó o con otras especies o variedades menos susceptibles al ataque de la bacteria y podrá hacerse en la misma parcela o en otra de la misma explotación.
El fuego bacteriano es una enfermedad que afecta fundamentalmente a las rosáceas (frutas de pepita y diversas especies ornamentales) por lo que es fundamental extremar las precauciones para evitar la difusión de la bacteria y las repercusiones económicas que podría tener sobre las plantaciones de frutales de la región.
Los beneficiarios serán los titulares de las explotaciones afectadas que cumplan, entre otros, los siguientes requisitos: ser agricultor activo, estar inscrito en el Registro de Explotaciones Agrarias de Castilla y León y haber entregado fruta en la campaña de comercialización 2014 a un operador frutícola.
El gasto subvencionable por beneficiario podrá ser desde 100 euros a 15.000 euros, en función del número de árboles afectados.