spot_img

La publicación agraria líder

domingo, noviembre 10, 2024

spot_img
InicioSectorEl abonado de fondo, una asignatura que este año no se puede...

El abonado de fondo, una asignatura que este año no se puede suspender

Una aplicación racional del fertilizante antes de la siembra es el primer paso para obtener un rendimiento óptimo

Para ello deberemos aportar aquellos nutrientes adecuados a las exigencias del cultivo, pero también a las características químicas y físicas del suelo

La incertidumbre con la que comienza un nuevo año agrícola hace que el agricultor se encuentre a la expectativa, posponiendo todo lo posible la toma de decisiones. Pero la pauta de comportamiento cambia poco, y las labores de preparación del terreno deben ir seguidas por un correcto abonado de fondo, donde algunas voces sitúan un tercio de los beneficios de la fertilización.

En este contexto, las asociaciones Anffe (Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes) y Acefer (Asociación Comercial Española de Fertilizantes) han elaborado de forma conjunta un póster digital sobre la aplicación racional de los fertilizantes.

Asegurar una aplicación adecuada

En el documento se recoge información práctica sobre los principios básicos de la aplicación de fertilizantes, y se incluyen las prácticas que se deben seguir con el fin de asegurar la aplicación adecuada de los abonos.

El póster incluye también información sobre las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos y sobre los códigos de buenas prácticas agrarias del nitrógeno y de la urea, elaborados por Fertilizers Europe.

Una buena calidad física y química

Es de suma importancia que los agricultores tengan siempre presentes los mensajes recogidos en este documento, que aboga por utilizar fertilizantes “con una buena calidad física y química”, además de los más adecuados, en función de las características químicas y físicas del suelo y las exigencias nutritivas del cultivo.

En ese sentido, se recuerda la necesidad de aportar los nutrientes “de forma equilibrada” para un óptimo rendimiento del cultivo.

En el caso de apostar por la fertirrigación, lo más recomendable es utilizar fertilizantes específicos para esta técnica, por lo que se recuerda que el nitrógeno en forma nítrica es el más adecuado, por su rápida absorción.


Se debe tener en cuenta la rotación de cultivos a la hora de definir el abonado


Otro de los ‘mandamientos’ es el de determinar las dosis de nutrientes que se deben aportar con fertilizantes minerales “a partir de la realización de un balance de entradas y salidas”. Ese balance considerará el contenido en nutrientes del suelo y su disponibilidad por el cultivo, los nutrientes que se aportan con la materia orgánica disponible en la explotación, la incorporación o no de restos de cosecha, etc. Asimismo, las necesidades se calcularán teniendo en cuenta las extracciones de la cosecha según los rendimientos esperados.

También se debe calcular “el óptimo económico” para maximizar la rentabilidad económica de los fertilizantes en función de su valor y del de la cosecha.

¿Cuándo aplicar?

Los fertilizantes deben ser incorporados en la época idónea, de acuerdo con la disponibilidad de los nutrientes y el momento de mayor necesidad del cultivo.

Muy relacionada con ello está la recomendación de fraccionar la aplicación siempre que sea posible, “especialmente en los fertilizantes nitrogenados”. En el caso del riego por goteo, por supuesto, los fertilizantes se deben aplicar de forma continua, ajustándolos a las necesidades de la planta.


Se recomienda fraccionar la aplicación del fertilizante siempre que sea posible


Además, se deben utilizar las técnicas de aplicación que permitan una dosificación lo más homogénea y precisa posible, por lo que se deberá revisar la calibración de las abonadoras, cuando se utilicen, en función de las especificaciones del fabricante.

También se advierte de la necesidad de mantener en buen estado los equipos de aplicación, para optimizar la distribución, y en el caso del regadío aplicar los fertilizantes en el agua de riego, siempre que sea posible.

Cerca de la raíz

Las asociaciones Anffe y Acefer también destacan que es conveniente aportar los nutrientes de forma próxima a las raíces absorbentes, teniendo en cuenta su movilidad en el suelo. Por eso recuerdan que tanto el fósforo como el potasio son mucho menos móviles que el nitrógeno.

También abogan, con carácter general, por enterrar los fertilizantes siempre que el cultivo lo permita.

Planificar

Las claves de la fertilización también pasan por planificar de forma adecuada la fertilización de la explotación, teniendo en cuenta todos los factores y los medios disponibles.

De forma especial, se advierte de la necesidad de realizar análisis de suelo, agua y vegetales, lo que permite determinar la cantidad óptima de nutrientes que se debe aplicar, del mismo modo que se debe tener en cuenta la rotación de cultivos de la explotación a la hora de definir el abonado.

Mantener la cobertura vegetal

Otro aspecto fundamental es el de mantener la máxima cobertura vegetal del suelo a lo largo del año, lo que permitirá conservar su fertilidad, además de practicar un laboreo adecuado, siguiendo las curvas de nivel en terrenos con pendiente, para evitar la posible pérdida de nutrientes.

Abandonar la monotonía

Desde el fabricante Fertiberia se subraya que el diseño de una estrategia de abonado “no es una cuestión baladí” y que “en ningún caso” se debe abordar desde la monotonía. El primer paso debe ser conocer el propio suelo, tanto respecto a su tipología como en relación con la presencia de nutrientes. De ahí la necesidad de encargar un análisis de tierras.

El abonado de fondo será fundamental “para ese proceso en el que una semillas que apenas mide milímetros llegue a la parada invernal con un desarrollo de cuatro, cinco o seis hojas”. “Por eso es una apuesta arriesgada realizar la inversión que suponen las labores, la semilla y los fitosanitarios sin aportar nutrientes al cultivo”, remacha.

Atención al fósforo

Merece la pena recordar que en los primeros momentos del cultivo el fósforo es un desarrollador del sistema radicular, y que cuanto mayor sea la raíz, la planta tendrá una mayor capacidad de absorción, por lo que el desarrollo inicial de la planta será más fuerte, con mejor implantación, como recuerdan desde la compañía.

Combatir las malas hierbas desde la fertilización

Lorenzo Elorduy, del departamento técnico de ICL Specialty Fertilizers, destaca las posibilidades de la fertilización en la lucha contra las malas hierbas. “Hay que luchar contra las hierbas resistentes desde varios enfoques y, uno de ellos es la fertilización en la siembra”.

De este modo, “si realizamos abonados a toda la superficie, sin localizar el fertilizante, estamos favoreciendo la proliferación de estas malas hierbas”. De este modo, “lo más indicado es nutrir el cultivo que vamos a implantar y que este sea el único que reciba el aporte de nutrientes”.

En este sentido, “cada día vemos una mayor proliferación de modelos de sembradoras combinadas que nos permiten realizar la labor de siembra conjuntamente con la labor de fertilización”.

En este tipo de sistema de siembra, incluida la siembra directa combinada, “vemos que el control de las malas hierbas es más efectivo, al mismo tiempo que obtenemos mejores resultados con respecto a la calidad de siembra”.

NOTICIAS RELACIONADAS
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img