El Carpio está fuera de toda duda. La cooperativa La Carpeña arrancará esta campaña 650 hectáreas de una producción que irá a fresco e industria a partes iguales
La localidad vallisoletana de El Carpio es una referencia fundamental en el sector patatero de la comunidad castellanoleonesa. La Carpeña es la cooperativa que reúne a 74 socios, aunque algunos han decidido no sembrar debido a lo “desastrosa” que fue la de 2014, de manera que este año son 62 productores en activo, con un total de 650 hectáreas sembradas. Enrique Sanz es el director comercial de La Carpeña.
-La calidad es buena, similar al año pasado, mientras que la producción será inferior a la campaña pasada entorno al 10%. Respecto a los precios, se comenzó en la semana 29 con unos precios similares a la patata andaluza y murciana, entorno a los 190 y 200 euros pos tonelada. En la semana 30 los precios bajaron a 160 euros, debido a que se juntan la patata temprana del sur con la oferta de Castilla y León. También las altas temperaturas originan una oferta superior. La oferta desmesurada de la patata de la comunidad, por miedo a la bajada de los precios, hace que se realicen operaciones a diversos precios.
-El campo de actuación de la cooperativa está en 20 pueblos de la región, aunque sembramos en 28 términos municipales. Por este motivo, se cultivan las variedades en función del tipo de tierra y el destino que vayan a tener: fresco o industria. Las variedades principales son: Hermes, agria, Sylvana y red scarlet.
-¿Se destinan más para industria o para fresco? ¿Cuál es la tendencia de futuro en este sentido?
-El volumen de industria está entorno a las 10.000 toneladas, la misma cantidad que para fresco. La tendencia y objetivo es mantener el volumen e incluso aumentar. Todo dependerá de las necesidades de los socios.
-Desde la cooperativa comercializamos nuestras patatas en la Península, tanto en España como también en Portugal.
-¿Es suficientemente profesional el productor de la zona?
-El productor, generalmente, está bien informado y con unos medios de producción acordes con las nuevas tecnologías. Existen aún diferencias entre el productor joven y aquellos a los que les queda poco para jubilarse, ya que no les compensa invertir en nuevas maquinarias.
-La creación de la interprofesional es muy necesaria para organizar el sector, que está muy desorganizado. Es imprescindible armonizar la oferta y la demanda. Las necesidades del consumidor cambian, por lo tanto se necesita un foro donde se adecuen estos cambios.
-Disponemos de almacenes de conservación con ventilación forzada y con control de temperatura y humedad, con capacidad para almacenar 7.000 toneladas. También disponemos de línea de selección y envasado para los distintos formatos que demanda el mercado.
-La comunicación continua con los clientes hace que adaptemos los planes de siembra en función de las necesidades del mercado. También, mantener durante el máximo tiempo posible el suministro de patata a los clientes.
– ¿Qué le aporta al productor la cooperativa?
– Lo más importante es la seguridad en la comercialización y el cobro de su producción, aunque los precios a recibir serán los medios que hayan existido en la campaña.