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jueves, noviembre 14, 2024

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“La obligatoriedad de hacer contratos le da mayor seguridad al productor”

José Miguel Herrero dirige la Agencia de Información y Control Alimenticios, que se
encarga de vigilar las relaciones comerciales entre los agentes de la cadena alimentaria
José Miguel Herrero, eldirector de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), explica cuál es actividad del organismo. En Castilla y León tiene abiertos ocho expedientes sancionadores.

-¿Qué es AICA? ¿Cuál es su función?
-La Agencia de Información y Control Alimentarios es un organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Nuestra misión es controlar el cumplimiento de la ley 12/2013, de 2 de agosto, de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria. Nos encargamos de vigilar las relaciones comerciales entre compradores y vendedores para conseguir más equilibrio entre los actores que intervienen en la cadena alimentaria.

Controlamos que haya contratos de compraventa por escrito y con precio determinado, que las cláusulas de los contratos no se modifican unilateralmente, que se cumplen los plazos de pago, que no se impongan pagos adicionales sobre las tarifas ya establecidas y las condiciones de las subastas electrónicas.

En definitiva, que los operadores actúen en igualdad de condiciones, que no haya unos beneficiados y otros perjudicados. Es decir, tratamos de romper y evitar los desequilibrios que se han venido dando hasta ahora.

-¿Cómo garantizan el cumplimiento de los contratos?
-Los inspectores de AICA, que velan por el cumplimiento de la ley de la Cadena Alimentaria, tienen la consideración de agentes de la autoridad por lo que es obligatorio atender sus requerimientos y entregar la documentación que soliciten cuando inician una campaña de inspección. Disponen de capacidad para realizar inspecciones e instruir expedientes sancionadores si descubren incumplimientos de la ley.

AICA actúa por dos vías: de oficio, cuando detecta irregularidades en las transacciones comerciales, o cuando recibe la denuncia de alguna de las partes informando del incumplimiento de la ley de la Cadena.

La información que recibe AICA es tratada de forma confidencial y es el sistema más rápido y efectivo, para saber dónde tenemos que actuar porque nos permite ir directamente al foco del problema.

Además, en la agencia disponemos de un servicio de asesoramiento personalizado para resolver dudas y todas aquellas cuestiones de interés que quieran plantearnos los operadores.

-¿Así está garantizada la protección del productor?
-Gracias a la obligatoriedad de hacer contratos por escrito, con precio determinado, los productores disponen de una mayor seguridad jurídica, y por tanto, están más protegidos ya que ahora saben cuándo y cuánto van a cobrar.

En AICA actuamos con transparencia, independencia, rigor, confianza y diligencia para lograr el equilibrio en las relaciones comerciales. Pero no podemos hacerlo solos, necesitamos que todas las partes se impliquen para conseguir unas operaciones más justas y equilibradas con las que, a fin de cuentas, ganen todos.

En AICA tenemos claro que cumplir la ley es un bien para todos.

-¿Cuál es el procedimiento para que AICA intervenga en un posible incumplimiento de contrato entre productor e intermediario?
-AICA investiga todas las denuncias presentadas en la propia agencia o en un registro oficial garantizando siempre la confidencialidad en el tratamiento de la información. Pero, además, también se nos puede informar de forma completamente anónima. Si obtenemos indicios razonables suficientes, nuestros inspectores inician la investigación correspondiente.

-¿Qué supone la ley de la Cadena Alimentaria para el sector agroalimentario?
-La ley de la Cadena marca un hito histórico en el sector agroalimentario porque, por fin, disponemos de una norma que regula las transacciones, que introduce derechos y obligaciones para las partes y que se debe cumplir en beneficio del sector. Es una norma mejorable, por supuesto, pero marca un punto de partida muy importante y está sentando las bases para actuar de forma equilibrada entre productores y compradores.

– ¿Cómo se ha tomado la distribución la entrada en vigor de la ley y el trabajo de AICA? ¿Colabora en los controles?
-Todos debemos ser conscientes de que la ley es un bien común y que está ahí para cumplirse. Ni AICA, ni la ley, van contra nadie. Estamos para ayudar al cumplimiento de una norma que trata de poner orden en el sector agroalimentario.

Lo fundamental es crear una conciencia colectiva de que todos los operadores de la cadena alimentaria salen beneficiados. Acatar la ley implica que todos ganan, aunque hay que reconocer que cambiar una mentalidad implantada durante décadas no es un proceso rápido ni un camino sencillo.

– ¿Cuáles son las inspecciones y las denuncias más habituales? -Fundamentalmente, comprobamos la existencia de contratos de compraventa por escrito y con precios fijados con anterioridad, ya determinados; que esos contratos no son modificados de forma unilateral por ninguna de las partes, que no se imponen pagos nuevos no inicialmente previstos y que se cumplen los plazos de pago estipulados.

En estos dos años, hemos controlado de oficio unas 3.000 operaciones comerciales realizadas por más de 720 empresas agroalimentarias. Hemos abierto cerca de 160 expedientes sancionadores por incumplimientos a la ley, es decir, el 21% de las empresas inspeccionadas han dado lugar a un expediente sancionador.

La infracción más frecuente detectada es el incumplimiento de los plazos de pago, con un 43% de los expedientes, siendo el eslabón de la distribución mayorista, donde se han dado más incumplimientos.

Respecto a las denuncias, hemos recibido en estos dos años casi un centenar. El sector que más denuncias acumula es el lácteo -con 50 denuncias- seguido del sector de frutas, aceite de oliva, el sector del vino y el sector de la patata. Otros sectores sobre los que hemos recibido denuncias han sido el sector de carne de pollo, de conejo, pimentón, aceitunas y carne de vacuno.

Los hechos denunciados se refieren a ausencia de contratos, incumplimiento de los plazos de pago, pagos adicionales no pactados, y ‘venta a pérdidas’ (práctica prohibida por la ley de Comercio Minorista). En este último caso, no somos competentes en su investigación y sanción, y hemos procedido a remitir dichas denuncias a los órganos de las comunidades autónomas, quienes tienen la competencia para su investigación y sanción.

– ¿Cuáles son los sectores más conflictivos? ¿Por qué?
-Cada sector tiene sus propias peculiaridades. Todos deben cumplir la ley de la Cadena Alimentaria.

Durante estos dos años de funcionamiento de AICA, hemos aprobado un programa específico de control en el sector de frutas y hortalizas, otro en el sector de carne de pollo.

Hemos realizado inspecciones en el marco del programa de control de puntos de venta de leche líquida envasada y aceite de oliva envasado a precios anormalmente bajos. En colaboración con el Ministerio hemos comenzado las inspecciones del programa de control en el sector del vino, pero además hemos realizado inspecciones sobre otros sectores en los que hemos recibido denuncias, o sobre los que hemos recibido información que nos ha servido como indicios de posibles incumplimientos a la ley.

En AICA tenemos competencia para vigilar todos los sectores.

– ¿Cuál es el rango de las sanciones?
-Se establecen tres tipos de sanciones: leves, graves y muy graves. En el caso de las leves, las multas pueden llegar hasta los 3.000 euros.

La reiteración de dos o más infracciones leves en un periodo de dos años, se consideran graves, y conllevan sanciones hasta 100.000 euros. Y la repetición de dos o más infracciones graves, en ese mismo tiempo, dos años, se convierten en muy graves con penalizaciones de entre 100.001 de euros y un millón de euros.

-¿Se están consiguiendo los objetivos marcados? ¿Las sanciones tienen el efecto que pretenden?
-Poco a poco vamos viendo resultados. Especialmente, percibimos en el sector la necesidad de una normativa que regulara las operaciones comerciales. Y ése es un espacio que ha venido a cubrir la ley de la Cadena.

En cualquier caso, es un camino de largo recorrido en el que, poco a poco, según se vayan concienciando los operadores de la importancia de cumplir la ley, los efectos serán más visibles. Pero, desde luego, en AICA estamos muy satisfechos por todo lo que se ha conseguido en tan poco tiempo.

-¿Es suficientemente conocido el papel de la agencia por todos los eslabones de la cadena a los que implica la ley?
-Estamos desarrollando una intensa labor de comunicación y promoción para dar a conocer el trabajo que realizamos en la Agencia de Información y Control Alimentarios.Cada semana, yo mismo o algún miembro de mi equipo en AICA, participamos en diferentes jornadas informativas, seminarios, conferencias, encuentros con medios de comunicación y en cualquier otra actividad en la que se requiera nuestra presencia para explicar la ley de la Cadena y el funcionamiento de la agencia.

De hecho, ya llevamos contabilizadas más de un centenar de asistencias a diferentes actos informativos.

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