La Cooperativa Bajo Duero mantiene el ritmo de crecimiento que la ha llevado a ser la principal empresa zamorana –y una de las mayores cooperativas de Castilla y León-. La Cooperativa incorpora cerca de 500 nuevos socios al año, formando un colectivo de 15.000 agricultores y ganaderos y el pasado año facturó 272 millones de euros.
La principal actividad de este colectivo está en la comercialización de piensos y materias primas, con unas ventas que casi alcanzaron las 520.000 toneladas en 2014. Para atender la demanda, Cobadu ya está construyendo la tercera fábrica de piensos en las instalaciones de Moraleja del Vino que aumentará la capacidad de producción de piensos, mejorando además la calidad y la presentación de los mismos.
También dispone de una planta de blending para abonos, deshidratadora de alfalfa y cuatro gasocentros para distribución de gasóleo A y B para sus socios. Además se prestan numerosos servicios que van desde el asesoramiento agrario hasta el análisis de tierras y aguas, proyectos, legalizaciones, tramitación de subvenciones y seguros agrarios prestados por 12 técnicos agrícolas.
Satisfacción del socio
Las claves del éxito de ésta cooperativa residen en el trabajo, honradez y transparencia en la gestión, de forma que se ha ganado la confianza de los socios, clientes y entidades financieras, lo que además ha generado en la cooperativa un clima de estabilidad.
“El hecho de tener concentrada la mayor parte de la actividad en nuestras instalaciones centrales nos permite la máxima eficiencia, al rotar personal, campañas y seguir creciendo”, apunta Sánchez Olea. “Aunque parezca contradictorio, esta apuesta por concentrar nuestras instalaciones nos ha permitido llegar a zonas muy lejanas, más allá incluso de lo que esperábamos”.
Otra de las fortalezas de la cooperativa es su patrimonio humano, formado por 146 empleados, con una mayoría surgida de la propia ‘cantera’ de la sociedad y con un alto porcentaje de titulados universitarios.
Nuevas inversiones
La cooperativa invertirá 18 millones de euros en los próximos tres años, dentro de un ambicioso programa que prevé ampliar las instalaciones de Moraleja del Vino, incluida un área comercial, nuevos almacenes en San Cristóbal de Entreviñas (en este caso con gasocentro y unidad de suministro), Manganeses de la Lampreana , Toro y Guijuelo, así como la finalización de la tercera fábrica de piensos, que entrará en servicio el próximo año.
Con 50 metros de altura y una planta de 400 metros cuadrados, la nueva fábrica permitirá atender la creciente demanda de los socios y clientes “y las peticiones de mayor crecimiento de zonas limítrofes”, explica.
Como dice Rafael Sánchez, la actividad de la cooperativa es una verdadera apuesta por el desarrollo rural, ya que “hemos comprobado que lo que fija población es que el profesional se asegure un margen adecuado, que es el verdadero objetivo de Cobadu”.