No cabía ni un alfiler en el Auditorio Ciudad de León ni el Parador de San Marcos, los dos escenarios en los que se desarrolló el evento, durante el cual Ortiz de Urbina recordó su etapa como emigrante “al otro lado del charco”, una fase “que me hizo ver con claridad lo importante que es sentir las raíces, que nutren y sostienen, y que también te atan”. Fue un acto en el que recordar y agasajar a los socios de LESA, y también a sus principales proveedores, como la compañía de fertilizantes Mirat, Fertiberia o Pioneer.
Además de obsequiarles con la raíz de una viña el director de LESA se comprometió a “seguir mejorando año a año y ofrecer los mejores productos de relación calidad/precio a nuestros agricultores”.
La gala contó con la actuación del monologuista berciano Leo Harlem y en ella se repasaron algunos de los hitos que han marcado el último medio siglo, desde la composición de la canción ‘My way’, en el propio 1966, hasta la llegada del hombre a la Luna, la separación de los Beatles, la recuperación de la democracia en España o el fin de la URSS. También el nacimiento de la oveja Dolly, la invención del viagra o, de forma más reciente, el nombramiento de Felipe VI como rey.
Tanto la compañía que celebraba su primer medio siglo de existencia como los agricultores presentes “hemos vivido años de duro esfuerzo y crecimiento continuo”. De hecho, “tanto nosotros como los agricultores presentes hemos tenido que adaptar el negocio durante generaciones; ambos estamos sujetos a retos semejantes y unidos en un mercado en donde la producción y la rentabilidad dependen no solo del esfuerzo propio, sino también de la ayuda del entorno, ya sea en forma climatológica o de valor de los productos en estos mercados volátiles”. “Este negocio se lleva en la sangre y está fuertemente enraizado a la tierra. Hemos querido celebrarlo juntos, la pasión por producir y distribuir los alimentos pese a todas las dificultades. Y el haberlo hecho tantos años juntos”, añadió Ortiz de Urbina.