El año pasado fue el de la profunda reforma de las ayudas, pero las consultas persisten en cuestiones como la figura del profesional activo o la del pequeño agricultor. Las dudas de los profesionales se centran en el valor de los derechos y su transmisión
Cerca de 840.000 productores españoles -la décima parte de ellos en Castilla y León- pueden presentar la Solicitud Única 2016 hasta el 30 de abril. El documento comprende la solicitud del pago básico, el pago para prácticas beneficiosas con el medio ambiente y el de jóvenes agricultores, además de diversas ayudas asociadas. En el mismo plazo, además, se pueden presentar las cesiones de derechos de pago básico y la solicitud de acceso a la Reserva Nacional del Régimen de pago básico.
Aunque el propio agricultor puede presentar su declaración, lo más habitual es ponerse en manos de profesionales de entidades de crédito, organizaciones agrarias o consultorías. La entidad que más declaraciones realiza es EspañaDuero, con más de 15.000 expedientes, con el único requisito de que el beneficiario sea cliente. “La experiencia de más de 20 años tramitando ayudas es valorada por nuestros clientes, con los que hemos generado un compromiso mutuo”, recalcan desde la entidad.
La tramitación de la ayuda se puede realizar en cualquiera de sus oficinas y existe un grupo de expertos que da soporte técnico a las oficinas. El expediente se tramita junto al agricultor o ganadero, a quien se solicita la relación de las parcelas, cultivos, cabezas de ganado, etc. También se le informa de las posibles ayudas que pudiera solicitar.
EspañaDuero destaca su experiencia como importante valor “cuando la explotación y los ingresos dependen de un buen gestor”. Por esa razón ofrece un servicio integral en el que los agricultores tienen un catálogo de productos específicos, como financiación de campaña, préstamos para la adquisición de maquinaria, fincas rústicas o ganado, además de los seguros.
Además, las mismas fuentes señalan que un importante peso de los ingresos que recibe el sector agroganadero es mediante las ayudas PAC, las cuales sufren novedades anuales para su concesión. Así, “el año pasado la PAC sufrió una gran reforma que requirió de un conocimiento previo, que se trasladó a los clientes con la tramitación de los expedientes; la relación continua con la Junta de Castilla y León con respecto a las novedades favorece la buena tramitación de las ayudas”.
Otra entidad con personal especializado en esta tramitación es
Bankia, que cuenta con 70 oficinas dedicadas al negocio agrario en Castilla y León. La entidad tramita unas 8.500 solicitudes de clientes, a los que solo se pide tener una cuenta contratada y a quienes se anticipa el importe de las ayudas. Para la campaña 2016, la entidad ha diseñado un producto especial. “Obsequiamos al agricultor o ganadero con un
Servicio de Protección Jurídica Premium solo con domiciliar la ayuda”.
Para hacer la declaración el profesional debe aportar el NIF, el Código Personal de Identificación (CPI) que asigna la Junta y la tramitación de las ayudas del año anterior. En determinados casos, se solicita un croquis de las parcelas. Como recomendación, los servicios de Bankia recuerdan que es importante que la documentación presentada sea lo más fiel posible a la situación de la explotación, lo que permitirá reducir los plazos de tramitación. Además, “para cerciorarnos de que toda la información es completa, le pedimos al cliente que rellene un breve cuestionario que nos permitirá realizar su tramitación en el menor tiempo posible”. Y al realizar la solicitud de tramitación, “le daremos un importe estimado de sus ayudas, con lo que si quiere, le podremos gestionar el anticipo”.
160 personas dedica Cajamar a tramitar la PAC en las 85 oficinas que tiene distribuidas por Castilla y León. En ellas se realizaron 4.500 declaraciones el año pasado, si bien son 10.200 los profesionales de la agricultura y la ganadería que tienen domiciliada la ayuda en la entidad. Para el responsable de Negocio Agroalimentario de Cajamar, Trinitario Cadenas, por tener la PAC domiciliada, el agricultor se puede beneficiar de diferentes
bonificaciones en productos de financiación y de la exención de diferentes comisiones en la cuenta corriente.
También de diferentes bonificaciones en seguros agrarios propios de Cajamar. Para Cadenas, una de sus ventajas es que las personas dedicadas estos meses a hacer las declaraciones de la PAC son personal propio de la entidad, que trabaja todo el año junto al agricultor y el ganadero, y que conoce muy bien las peculiaridades de cada explotación. Aunque 2015 fue el año del gran cambio, persisten dudas sobre aspectos como la asignación de derechos de pago base, que sigue siendo de carácter provisional, “con lo que el agricultor no sabe cómo se ha calculado ni cuánto cobrará”.
El año pasado se presentaron 19.773 declaraciones a través de las caja rurales, que solo ponen el requisito de ser cliente de la entidad para este servicio y que disponen de un anticipo de campaña, hasta que el profesional perciba el ingreso de la PAC.
El cliente que quiera tramitar la PAC a través de Caja Rural lo único que tiene que hacer es personarse en cualquier oficina aportando la documentación suficiente: datos de las parcelas, productos sembrados y variedades, y si tienen ganado aportar el número de identificación de la explotación.
Se siguen suscitando dudas cuando hay parcelas con diferentes cultivos o usos. “Actualmente hay un poco de complicación con el uso de herbicidas y fitosanitarios, ya que no todos los productos pueden llevar cualquier fitosanitario; eso tiene que ser gestionado por profesionales”, advierten desde las cajas.
Desde su punto de vista, el agricultor o ganadero debe dejarse asesorar por los profesionales de las cajas rurales, “que llevan muchos años tramitando ayudas PAC y son perfectos conocedores tanto de la normativa como, en muchos casos, las explotaciones de los clientes”.