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sábado, noviembre 9, 2024

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Seriedad para tejer una relación a largo plazo con el cliente

Confianza en todo el proceso de compra, almacenamiento, tratamiento, venta y
entrega del cereal. Así es el trabajo de LESA, una compañía de medio siglo de vida que en cinco años ha duplicado el número de sus almacenes y el volumen de sus compras

La seguridad como piedra angular de la actividad agraria es una ocupación, y también una preocupación, que LESA comparte desde hace medio siglo con los mejores agricultores y ganaderos de nuestra comunidad.

El agricultor está hecho de la misma materia que nuestra compañía: es un empresario y su objetivo no puede ser otro que maximizar el retorno de su trabajo. Para ello emplea los mejores insumos, sin dejar de buscar el mejor precio, y se vuelca en aplicar su mejor hacer en el día a día.

El campo de juego en el que todos nos desenvolvemos, nuestro modelo económico, se basa en la libre competencia, de modo que en todas las comarcas existen diferentes opciones, tanto para adquirir insumos como de agricultores que desean comercializar su producción. Ante este panorama, lo que hace el profesional es confiar en la opción que suponga a medio plazo (nunca a corto o a una sola campaña u operación) un óptimo retorno y seguridad.

lesa

LESA se basa en esa misma filosofía a la hora de fidelizar a sus clientes y proveedores, una fidelidad que le gusta recompensar; una dinámica que permite tejer una red de compromisos a medio y largo plazo, basada en lograr un resultado óptimo a lo largo de varias campañas.

La compañía ha duplicado el volumen de compras y de almacenes en cinco años, y cuenta con una alta fidelidad: aproximadamente 9.000 agricultores clientes. Los hay que están con nosotros desde hace tres generaciones, o los que se interesan por nuestros servicios al conocer a clientes que prosperan con nosotros. Pero la razón fundamental por la que -creemos- nos eligen es porque saben que ponemos la seguridad y la seriedad al mismo nivel que el servicio. Saben cómo nos tomamos las cosas y cómo huimos del riesgo.

En la siembra se pone buena parte del esfuerzo y el patrimonio de una familia; por eso hay riesgos inevitables de precio, de plagas, de insumos, de clima, de riego, de producción… a los que no es necesario añadir otros riesgos, aunque sean por una semana o por un mes, porque puede que ocurran.

Esta sección de LESA pretende ser un homenaje a los buenos agricultores, además de una ayuda para hablar en cada número sobre cómo mitigar muchos de los riesgos existentes. Y es que aunque nunca se cumpla la amenaza temida, merece la pena mantenerla a distancia: solo la preocupación que nos genera supone un gasto de energía, un trabajo sin retorno, un obstáculo incluso para nuestra salud. Tener bien atado todo aquello que sea posible nos ayudará a dormir mejor por la satisfacción del trabajo bien hecho y a enfocarnos en lo que se puede mejorar.

Entre los factores que ofrece LESA para minimizar el riesgo se encuentran las mejores marcas y más probadas semillas y productos fertilizantes, evitando las falsas innovaciones de ‘productos milagro’ que desaparecen al cabo de unas pocas campañas. O los productos insolubles o con metales pesados, otra forma de dar ‘gato por liebre’ incompatible con una relación de respeto a largo plazo.

Al mismo tiempo, nuestra compañía acerca técnicos al agricultor para, de forma conjunta, lograr el mejor resultado. Seriedad en todo el proceso de compra, almacenamiento, tratamiento, venta y entrega del cereal. Así es el trabajo de LESA.

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