El Ministerio de Agricultura ha incrementado el presupuesto destinado a la gestión de los seguros agrarios hasta los 315 millones de euros para el año 2025, lo que supone un 11% más.
El proyecto del plan de seguros agrarios combinados contempla todas las líneas de seguro cuyo periodo de contratación se iniciará a lo largo del año 2025, junto con las diferentes subvenciones aplicadas.
El plan establece un tratamiento positivo en la concesión de subvenciones a favor de los colectivos prioritarios. Así, se excluye de la modulación de la ayuda a los agricultores profesionales y a los titulares de explotaciones prioritarias. Se unen así a los agricultores jóvenes y a las entidades asociativas, que ya estaban exentas.
Otra medida de gran importancia para los profesionales del sector: obtendrán una subvención mínima del ministerio del 45% sobre el coste de la prima subvencionable cuando contraten el Módulo 3, que se elevará hasta el 50% cuando se contrate el Módulo 2, el más completo y el más demandado por los asegurados.
Si tenemos en cuenta que el Módulo 1 ya cuenta con una subvención del 65%, los asegurados en estas tres modalidades podrán llegar a obtener el nivel máximo de subvención permitida por la normativa comunitaria -70 %- si las comunidades autónomas complementan la ayuda del ministerio.
Con el nuevo plan de seguros combinados se cumplen 2 de las 43 medidas de apoyo para mejorar la situación de agricultores y ganaderos.
Señalan desde el ministerio que, gracias a los seguros agrarios, los productores que lo contratan perciben la indemnización en un corto periodo de tiempo, inferior a los 30 días, “lo que contribuye a la viabilidad de sus explotaciones agrarias”.
Asaja exige «un cambio radical» en el modelo de seguros agrarios
Asaja ha exigido una reforma íntegra del actual sistema de seguros agrarios durante la reunión de la comisión general de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (Enesa) celebrada esta mañana en Madrid.
Según los técnicos de la organización, las pólizas de contratación se han encarecido considerablemente, mientras han disminuido las coberturas y se han recortado las indemnizaciones.
Todo ello ha provocado un descontento generalizado entre los agricultores y ganaderos. El sector critica el sistema actual por aprovecharse de la siniestralidad para hacer ajustes que implican subidas de tarifas a la vez que recortan garantías. Por ello, reclama una reforma drástica en todas las líneas de seguros, a fin de garantizar la renta de los agricultores y ganaderos ante inclemencias meteorológicas o enfermedades animales donde poco o nada se puede hacer para controlarlas.
La organización agraria ha lamentado la imposibilidad de los productores para asegurar el total de sus producciones o para estar cubiertos ante cualquier riesgo, ni si quiera, contratando los seguros complementarios o garantías adicionales. Al contrario, se les penaliza incluyendo límites para asegurar al máximo sus producciones y se les obliga a asumir mayores porcentajes de pérdidas, más aún, cuando han presentado varios partes por siniestros.
Como resultado, ante una catástrofe, las indemnizaciones que reciben no cubren las pérdidas reales ni el lucro cesante por la falta de producción en las explotaciones, lo que está provocando que los agricultores y ganaderos se replanteen si continuar o abandonar la contratación de pólizas.
Asaja también ha incidido en las dificultades que encuentran los productores cuando están en desacuerdo con las peritaciones de los daños en las explotaciones. La organización ha planteado la necesidad de un cuerpo de peritos agrícolas y veterinarios independientes que, a la hora de evaluar los daños provocados en los cultivos y cabañas ganaderas, no respondan a ningún otro interés que el de estabilizar las rentas en las explotaciones agrarias y ganaderas ante cualquier siniestro.